Imaginas de Chandler Riggs y Carl Grimes

Carl Grimes imagine: Sacrifice (parte extra)

O al menos creí que todo había acabado.

Por increíble que parezca, he despertado.
Estoy sola, aparentemente. O bueno, no veo a nadie más alrededor.

Me levanto lentamente y miro hacia el cielo.
Estoy en el mismo lugar que antes, solo que ya es de día.
Todo se ve más brillante, pero se ve ligeramente borroso, como una fotografía vieja.

Me toco la cara, parece que no hay rastros de Lucille. Sólo tengo un ligero dolor de cabeza y mareo.

-Hasta entonces, Ta ta~
Esa voz. ¿Negan?
Veo que se va con sus hombres. ¿A donde? No se, ni me importa.

Parece que los del grupo se han ido, no los veo.
- ¿Carl? ¿Rick? ¿Michonne?
- ____....

Es Carl, que me mira. Las lágrimas corren por su mejilla sin cesar.
- ¡Carl! ¿Estás bien?
Corro a abrazarlo y lo mantengo así por unos segundos.
No me devuelve el abrazo.
En vez de eso, sigue con la mirada perdida, se escapa de mis brazos y gatea a otro lugar.
- ¿Carl?

De repente, cae al suelo y llora desconsoladamente.
Repite mi nombre a gritos hasta que la voz se le agota.
- ¿Carl, que sucede? Estoy aquí, ¡mira!
- Los que viven en la tierra no pueden ver a los habitantes del paraíso.

Giro sorprendida hacia el origen de la voz. Es un anciano con barba blanca y tirantes que me sonríe.
- ¿Q-Quien eres? ¿Que haces aquí?
- Permítame presentarme jovencita, mi nombre es Hershel Greene. He venido a recogerte.
Hershel...Hershel...¡el padre de Maggie! Pero ella me había dicho que...
- ¿Que no usted esta...?
- ¿Igual que tú?

Me señala un punto enfrente de Carl. Me fijo más y el pinto crece, hasta convertirse en la imagen más terrorífica de mi vida.
Mi cráneo acribillado, mi cuerpo sin vida tendido en el suelo.
- No. ¡no, NO! ¡Yo no-
- Desgraciadamente sí, tu viaje ha llegado a su fin.
- P-Pero...

Caigo en shock. Estoy muerta. Él ya no puede verme. Ya no puede hablarme, besarme, abrazarme como siempre.
Una tristeza enorme me invade y, sin pensarlo, estoy llorando nuevamente.

- ¿Tan importante es él para ti?
- Si
- ¿Se lo dijiste?
Contengo un sollozo.
- Cada vez que podíamos, nos lo recordábamos mutuamente.
- Entonces no tienes nada de que preocuparte, dijiste lo que debías e hiciste lo que podías.
- Lo sé, pero me da pena dejarlo.
- Si es cierto lo que me dices, siempre te tendrá en su corazón y te aseguro que te quedarás pegada ahí para siempre. Así como tú.

El silencio nos invade un rato. Una luz blanca en medio de unos árboles se intensifica poco a poco y se agranda en tamaño.
- ¿Estás lista?- pregunta.
Miro atrás.
No puedo.
Debo hacerlo.
- Espera. ¿Puedo hacer una última cosa?
Él asiente.

Camino lentamente hacia donde está Carl, ahora apoyado por Rick, quien lo sujeta para que no caiga al suelo. Sigue llorando.
Una vez que llego, lo abrazo fuertemente.
Deseo con todas mis fuerzas que pueda sentirme, al menos por última vez.
Siento que se estremece. ¿Lo habrá sentido?

Lentamente, me uno a Hershel para poder pasar a donde me toca ir ahora.

Sé que mientras no me olviden seguiré viva.
Y, aunque me cueste aceptarlo, será difícil para los dos olvidarnos.