Matías es el líder de una manada y debe encontrar a su mate para ascender a Alfa de Alfas o su manada estará en peligro.
¿Qué pasará cuando no encuentre a su mate y su única solución sea aceptar a una humana?
Disfrutó tanto ver aquellos ojos que re...
Espero sus comentarios, cuéntenme que les ha parecido esta historia, Laila, Matías, TODO!!😂😍 Sin más, disfruten...
Oups ! Cette image n'est pas conforme à nos directives de contenu. Afin de continuer la publication, veuillez la retirer ou télécharger une autre image.
—No hay tiempo. Ayúdeme usted.
Cerré los ojos con fuerza aun dándole la espalda. Lo que iba a hacer era simplemente estúpido, pero no podía quedarme de brazos cruzados viendo su desesperación y dolor, eso tampoco lo toleraría.
—Bien. —Lo encaré, intentando mostrarme segura, aunque mis manos temblaban de miedo—. Guíame.
Abrí la reja y lo seguí, deseando que Rosa no llegara a percatarse de mi ausencia para no preocuparla más.
Nos fuimos adentrando poco a poco al bosque, hasta que este se mostró ante mí con un aspecto hostil y capaz de aterrorizar a cualquiera y todo gracias a la obscuridad que se instalaba por la cercanía de los árboles.
—¿Cuánto falta? —pregunté a mi pequeño acompañante, el cual ya lucía un poco más animado.
Si no me equivocaba llevábamos como diez minutos caminando sin dirección fija, por lo que no importaba cuantas veces volteara hacia atrás, ya no había rastros de la mansión.
—Ya poco. —Fue lo que obtuve como respuesta, pero su voz no se escuchaba igual que antes, es más, podía asegurar que había un atizono de burla.
Le di una mirada a todo mí alrededor, comprobando una vez más que nos encontrábamos rodeados simplemente de maleza. Todo se veía igual y eso me horrorizó, pues cuando llegara la hora de volver no iba a ser capaz de determinar el camino correcto.
Ansiosa y preocupada fije la vista al frente donde estaba el niño, pero él había desparecido. Me detuve de golpe, paralizada por el miedo.
—¡Niño! ¿Dónde estás? —Comencé a gritar desesperada.
Ni siquiera le había preguntado su nombre. ¿Había sido más estúpida? Incluso un menor era capaz de engañarme. Estaba perdida en todos los sentidos, no iba a ser fácil volver a casa, mucho menos si los vampiros me encontraban antes.
No obtuve respuesta alguna ante mis gritos desesperados. Con los nervios de punta y la impaciencia creciendo dentro de mí, comencé a caminar hacia todas las direcciones en busca de él, pero no había nada, ninguna huella, ninguna pista. No entendía que rayos había pasado, él caminaba frente a mí, no era posible que ante un pequeño descuido desapareciera así de fácil. Seguro estaba soñando. ¿Había alucinado todo?
Aun con dudas tomé un sendero al azar. No podía quedarme en medio del bosque, tenía que ponerme en marcha, aunque eso implicará adentrarme más. Respiré hondo, repitiéndome mentalmente que no debía entrar en pánico, pero sentía que el aire me faltaba y mis nervios aumentaban. Si no volvía rápido corría el riesgo de encontrarme con los vampiros.
