Asesorias y Proyectos

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Ya se, ya se, el titulo suena bastante aburrido, pero... prepárense para conocer realmente al Lobo 🐺

¡¡Disfrútenlo corazones!!❤️❤️
Abrazos y besos 🤗😘

❤️❤️❤️


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—Haré que tengas fe en mí. No importa lo que tenga que hacer, solo permíteme demostrarte que es posible, solo pido eso.

Su maldita mirada me confirmaba cada una de sus palabras. Y por más que intentaba ser fuerte e ignorarlas, no podía. Me sentía frustrada y confundida. Una parte de mí deseaba con ansias decirle que sí, pero también tenía miedo. Miedo de volver al inicio.

Di un paso hacia atrás escapando de sus manos. Tal vez era pesimista o simplemente realista, pero yo nunca había tenido una relación sana con él y no existía garantía de que esta vez si lo fuera.

—Laila, por favor...

—No, yo no puedo.

En ese momento sus ojos se desorbitaron. No reflejaban otra cosa más que desesperanza y miedo.

—No me rendiré —dijo luego de asimilar mis palabras.

No pude replicar o decir cualquier otra cosa en contra de mi voluntad para hacerlo desistir, ya que Camile comenzó a llorar. No era el llanto que comúnmente escuchaba cuando tenía hambre o quería atención, este era distinto, como si le doliera algo o se hubiera asustado.

Sin pensarlo dos veces corrí hasta la habitación de Nicolle y por alguna razón me relajé considerablemente al ver al bebé en su cuna, sola. Tal vez todo se trataba de mi paranoica, pero muy dentro de mí creí que alguien más había entrado a la casa. Tomé a Camile entre mis brazos meciéndola para que se calmara, justo como lo hacía regularmente, pero no lo conseguí.

Le lancé una mirada desconcertada al Lobo, quien había ingresado a la habitación detrás de mí. Sabía que él no era el indicado para ayudarme con Camile, puesto que ni siquiera sabía cómo darle biberón a un bebé, pero comenzaba a desesperarme cada vez que la escuchaba más eufórica.

—¿Me la permites? —pidió.

Lo pensé por un segundo creyendo que él solo empeoraría las cosas, pero al final terminé cediendo. Si él la sostenía yo podía llame a Nicolle para que volviera cuanto antes. No alcancé ni siquiera a salir de la habitación en busca de mi celular, porque Camile dejó de llorar. Lo miré incrédula para después mirar a Camile tranquila entre sus brazos, y como si ella pudiera entenderme achique mis ojos en señal de reprobatoria.

—Creo que tiene hambre, ¿por qué no le preparas un biberón?

Intenté ignorar el hecho de que parecía tener más experiencia con los bebés y me concentré en no equivocarme con las porciones de la leche.

Criaturas Malditas #2: Tu Dueño, Tu TormentoWhere stories live. Discover now