18

2.3K 219 17
                                    

18

El brazo de Trevor me rodea durante toda la noche, aunque yo me aleje, Trevor se acerca más y más. Hasta que no tengo más remedio que rendirme. Porque voy a caer de la cama.

Trevor me sujeta la cintura y me arrastra a su cuerpo, poniéndose sobre mí.

—No escapes — Gruñe adormilado y se queda dormido sobre mí, roncando.

—Trev...

—Casi me matas el día de hoy — Susurra después de unos segundos — No vuelvas a hacerlo, ni a decirme que no me amas, que esto es una mentira. Porque Ros...

—Lo siento — Exploto en lágrimas y en llanto, abrazándolo — Lo siento tanto...

—Nunca lo hagas. Nunca te vayas sin decírmelo de frente. Porque jamás voy a creerte. E iré detrás de ti. Siempre.

Despierto incluso antes que Trevor, me pongo ropa deportiva y me voy al gimnasio, conectando mi teléfono en las cornetas de sonido y escogiendo canciones de YouTube. Obviamente escojo las de Eleanor Walt.

Desde que descubrí que era solista, he seguido todos sus pasos, escuchando sus canciones y visto sus conciertos. Era hermosa. Y tenía muchísimo talento.

Debo hacer cardio y mi esposo no me deja salir, así que la caminadora del gimnasio es lo único que tengo disponible.

Mientras camino, cantando a todo pulmón las canciones de Eleanor, pienso en como las cosas con Trevor se salieron un poco de control.

Le adoraba con toda mi vida, pero con lo de antes... sabía que las cosas estaban un poco tensas.

La música se detiene y yo protesto.

—Creo que es suficiente — La voz baja y adormilada de Trevor hace que yo gire a él. Detengo la caminadora y bajo de ella, tirándome en sus brazos.

—Buenos días — Lo saludo, dándole un beso.

—Buenos días ¿Quieres salir a desayunar algo?

—No. Ya tengo tu desayuno casi listo.

—Quería que saliéramos de casa, comiéramos...

— ¿Sabes? He pensado que... — Trevor me carga, llevándome escaleras abajo — He pensado que podíamos ir a un concierto de Eleanor. Por favor...

— ¿Concierto? Vaya... estamos hablando de multitudes.

—Así es — Llegamos a la cocina y él me sienta sobre la barra — Por favor... cuando esté como una pelota de playa no podré salir de aquí.

—Que bien lo sabes, me alegra — Murmura y saca su teléfono del bolsillo de su chándal — Anastasia. Buenos días. No, hoy no voy a ir a la oficina, me quedaré con Rosalie. Si — Me mira con una sonrisa — Quería pedirte cuatro entradas para el próximo concierto de Eleanor Walt en Manchester — Mi cara se ilumina, él sonríe complacido y ya yo estoy desnudándome — Éste sábado... está bien. Lo más cerca, sí. Por favor. Gracias.

Bajo su chándal y su miembro erecto se libera, yo rápidamente lo masturbo y él sisea, colgando.

—Me vuelves tan loco...

Nos besamos y yo busco su miembro con mi sexo, él embiste en mi interior y el vaivén me hace enloquecer.

— ¡Ahg, Trevor! — Gimo, él gruñe, sujetando mis caderas. El sonido de nuestros sexos chocando resuenan en la cocina y sus labios recorren mi pecho, lamiendo un pezón, chupándolos, rozándolos con sus dientes...

—Gime para mí — Me pide, clavándose en mi interior con fuerza, mis uñas se clavan en su espalda, bajando a su trasero y sujetándolo para meterlo aún más dentro.

Encuéntrame.Where stories live. Discover now