Encuéntrame.

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—Ha visto las fotos. Las fotos tuyas con Grace.

—Trevor... la expuse — Entendí. El asintió.

Por eso él no quería que Grace y yo saliéramos y menos a lugares tan públicos. El padre de Grace la reconocería.

—Grace es idéntica a él físicamente, Ros. Cuando él la vio... me llegó la orden de ADN. En cuanto compruebe que Grace es su hija... va a arrebatármela.

—Pero es que él no puede hacer eso — Susurro, él asiente.

—Si puede. Tiene evidencia de que mantuvo una relación sentimental con mi hermana. Y ahora de que yo oculté el nacimiento de un bebé fruto de la relación que ellos tenían. Que yo haya presentado a Grace cómo mi hija, como nuestra hija... es demasiado sospechoso. Yo no quiero que metan las manos en los registros, Ros. Tengo que ceder — Mis ojos se llenan de lágrimas, Trevor hace una mueca preocupado — Eres mi esposa, Ros. No voy a dejar que nada nos separe. No dejaré que nadie se meta contigo. Y van a joderme si no acepto.

—Pero tiene que haber otra manera... Grace no va a entenderlo, Trevor — Lloriqueo, acercándome a él para explicarle. Pero Trevor niega.

—Se acabó. Mañana tengo que hacerle el ADN a Grace aquí en New York. Su padre está aquí.

—Más razones para quedarnos en New York — Gimo, Trevor niega.

—No. Ros. Quizá cuando te vayas a Londres... ya Grace no esté contigo. La prueba se hará mañana. Un tribunal familiar dará los resultados la próxima semana aquí en New York. Tengo... cero posibilidades en ganar. Cero. Lucas tiene contacto con el juez. Es el último favor que me hará en la corte de New York. Está pasando por un muy mal momento tras la muerte de una niña. Y... me dijo que no quería cometer más errores. Va a otorgarle la custodia a George, pero accederá a que María y Chester estén veinticuatro horas al día.

Abrazo a Trevor y comienzo a llorar, las lágrimas no tardan en empapar su camiseta blanca, Trevor trata de consolarme, acaricia mi espalda y me sujeta contra su cuerpo, abrazándome.

—Es mi culpa...

—No es tu culpa — Susurra en mi oído — George sabía que le estábamos ocultando algo. Que tu salieras en la prensa con Grace fue el detonante. Pero ya se veía venir.

—Lo lamento tanto, Trevor... si yo lo hubiese sabido...

—Estoy fuera, Ros — Murmura — Estoy fuera del lavado de dinero.

Dejo de llorar, y me aparto de su pecho para mirarlo a los ojos y ver si dice la verdad. Trevor arruga la boca, entre complacido y triste.

—Te dije que lo solucionaría.

—Trevor... — Gimo sin palabras, él asiente.

—Después de esto lo más probable es que nos ganemos unos cuantos enemigos. Pero los chicos seguirán en el negocio por su cuenta. Yo no. Yo me dedicaré a lo mío.

Sonrío.

—Todo saldrá bien, cariño. Te lo prometo. No aguanto ni una sola noche sin ti — Digo en un hilo de voz, Trevor besa la comisura de mis labios — Te amo, cariño.

—Y yo a ti, cielo. Te he extrañado mucho.

—No quiero que se lleven a Grace — Balbuceo, Trevor suspira, apartando algunos mechones de mi cara — Por favor, Trevor... tiene que haber algo...

—Cielo, Grace pasará algunas festividades con nosotros. La veremos más de seis veces al año. Ella estará bien con George.

— ¿Lo prometes? — Sollozo, Trevor asiente. — Grace merece conocer a su papá. Mi hermana y él estaban bien... yo fui el que decidí separar a Grace de él.