Encuéntrame.

13

13

— ¡Tenías que ver las habitaciones! — Exclamo, dejando la copa en la mesa — Son grandiosas, Lottie. De solo imaginarme despertar en ése lugar, junto a Trevor... bajar las escaleras e ir a la cocina a preparar el desayuno...

— ¡Tú ni cocinas! — Bufa Lottie, cruzándose de brazos, claramente enojada.

Trevor entra a la sala de estar, con un hombre a su lado. Lottie inmediatamente baja las piernas del sofá, mirando al hombre. Dios mío.

—Ros, cielo. Quería presentarte a Steve Hawk, es quien nos ayudará con los interiores de la casa—El hombre porta un maletín, así que extiende su mano a mí. Yo me levanto, dándosela.

—Es un placer, Rosalie.

—Señora Hodgson, es un gusto — Dice y mira a Lottie — Usted debe ser la señora Army.

—Uhm, si — Lottie le resta importancia.

—Supuse que estarías aquí, así que es mejor matar dos pájaros de un tiro — Dice Trevor, explicándolo. Lottie duerme aquí, vive prácticamente aquí. 

— ¿Cómo así? — Murmura Lottie, yo sonrío feliz.

—Me encargaré también del diseño de su casa — Le explica Steve, Charlotthe frunce el ceño.

— ¡Vas a mudarte junto a nosotros! — Salto a su sofá, abrazándola. Charlotthe se queda en shock. Mirándome.

— ¿Qué?

— ¡Ésa es la mejor parte! — Chillo — ¡Vas a mudarte a una casa junto a la nuestra!

Lottie parpadea, varias veces. Y yo río. Ella mira a Trevor.

— ¿De verdad?

—Claro que sí, la casa tiene un ala que se comunica por un balcón. Tiene tres habitaciones en el piso superior, y dos en planta baja. Pensé que sería perfecta para ti y Max — Trevor asiente, encogiéndose de hombros — Ésa oferta es si quieres vivir con nosotros.

— ¡Por supuesto que sí! — Grita emocionada, abrazándome — ¡Nadie más podría interrumpir cuando tuvieran sexo!

Steve se ríe y yo también.

—Jamás vamos a separarnos, nunca — Le recuerdo, Lottie sonríe.

—Obvio no, puta — Chasquea la lengua y mira a Steve — Ahora, Steve. Vamos a diseñar la casa de mis sueños.

********

Besé a Trevor cuando tuve un momento para hacerlo, entre escoger el diseño de las habitaciones de huéspedes, la de Trevor y yo - Digna de la realeza, por supuesto -, escogimos juntos el diseño de la cocina, comedor y salón de estar. Poco a poco fuimos escogiendo el color de las paredes, cambiando el diseño de los cuartos de baños...

Estaba tan emocionada por esto, que cada vez que miraba a Trevor para pedir su opinión, él me sonreía y me sujetaba la mano con fuerza.

Éste era nuestro momento, y nada ni nadie nos lo va a arrebatar.

—He pensado que podríamos ir a casa y obtener más ideas para el mobiliario del gimnasio y la biblioteca — Trevor me besa la nuca con amor, provocando cosquillas. Yo me encojo, riendo.

—Claro que sí. Podríamos ir cuando quieras — Giro mi cabeza para verlo, mientras corto la pechuga de pollo — ¿Quieres hamburguesas?

— ¿Hamburguesas? — Levanta las cejas.