6

2.7K 229 14
                                    

6

Trevor

Podía ver como el rostro de Rosalie pasaba del enojo a la confusión. Aún en el auto ella estaba triste, y confundida.

Pete la saludó, felicitándonos por nuestra boda. Y ella solo había sonreído y se había metido en el auto. Le puse una mano en el hombro a Pete disculpándome.

Rosalie se recostó contra mi torso, mirando al frente.

— ¿Crees que haya sido un error habernos casado tan pronto? — Su voz carecía de emociones, su susurro apenas y fue audible para mí.

— ¿Por qué? — Me atreví a preguntar, ella me miró por encima de su hombro.

—Creo que no estábamos preparados ¿No crees?

—Quizá fue una decisión apresurada haber firmado los papeles en el restaurante. La verdad es que quería que fueras mi esposa — Ella escuchó atentamente y luego suspiró y volvió a mirar al frente.

—Creo que si no fuese correcto yo me hubiese negado, soy la más sensata de los dos — Casi sonríe — Quizá deba ir con un consejero matrimonial y descubrir lo que sucede en mi cabeza. Pero simplemente me sentí preparada para ti desde el día que apareciste en Mayfair — Confiesa, yo me muevo, para poder mirarle la cara, tomo su mano y le doy un beso a sus nudillos — Contigo encontré algo que conmigo misma no ¿Sabes? — Admitió, su voz se cortó y su sonrisa tembló. Aquellos ojos que había deseado ver, se llenaron de lágrimas — Me había sentido muy sola desde antes de Andrew y haberte visto en New York fue el detonante. El vacío... — Se limpia las lágrimas — La soledad, la inseguridad... todo lo tuve a flor de piel desde el momento que estuve en tus brazos. Eras todo lo que quería, y no podía tener — Sujeto su rostro acercándolo a mi boca, besé su pómulo congestionado, su nariz enrojecida, su boca... — Jamás me sentí tan completa como me siento cada vez que tú y yo estamos a solas. Pero el mundo es horrible, y cada vez que salimos a él, tenemos que luchar contra nosotros mismos, porque somos distintos — Solloza — Quisiera poder regresar a la maldita isla y no saber absolutamente nada de mi vida, o de la tuya. Que solo fuéramos tú y yo — Se esconde en mi cuello y yo la atrapo, cubriendo su cuerpo con mis brazos.

Su cuerpo convulsiona en una llorantina que me atormenta. Mi esposa no debe llorar de tristeza, nunca.

El sujeto contra mí, tratando de calmarla. Pero lo único que hice fue abrirle la puerta para que se desahogara.

—Jamás pondré a nadie por encima de nuestra relación — Gimió, tragándose un sollozo — Yo jamás haría que esto se acabase, soy la que más quiere esto.

Si supiera...

—Lamento mucho haberte gritado — Digo en voz baja, busco su rostro, acunándolo. Ella deja de llorar y pone los labios en una dura línea — Lamento mucho haberte dicho eso, fue muy grosero de mi parte y quiero que sepas que estoy arrepentido — Ella asintió, limpié el reguero que tenía en el rostro con mis pulgares — Eres lo más preciado que tengo en mi vida, quiero que lo sepas. Y si, hay cosas que yo no te cuento — Ella asiente, mirándome significativamente — Pero es para protegerte, Rosalie. No te imaginas cuántas cosas turbias hay en mi vida y sé que no estás preparada para recibir tantas noticias.

—Lo sé, cada vez que me dices algo es un recuerdo para mí cerebro — Admite, suspirando.

—Yo sé que quieres saberlo todo. Pero por ahora vamos a conocer y a aprender de lo que ya te he dicho, y así arrancamos con mejor pie y poco a poco te iré contando lo que falta que conozcas.

—Tengo toda mi vida para ti, Trevor — Sonrió y me abrazó — Qué más da. Creo que debo aprender a reaccionar y tú igual.

—Si, mejoraremos poco a poco — Admití, besando su cabello — Dame un beso. No me gusta pelear contigo.

Encuéntrame.Where stories live. Discover now