Questions and Answers. [Victuri]

Capítulo 21.

Llevaban algunas horas dentro de la pequeña camioneta, conduciendo a su retiro de amigos -como Phichit lo había bautizado- y el peliplata no veía la hora de tomar un descanso al lado de la carretera. A esas alturas comenzaba a creer que su trasero estaría perdido, que cuando bajara del auto sus pantalones caerían al suelo.

Todas las ventanillas estaban abajo permitiendo que el interior de la camioneta se refrescara. Su cabello ondeaba en dirección opuesta a la que iban, por lo que, de forma descuidada, lo ató en un moño alto.

Su lugar era en los asientos traseros pegado a la ventanilla derecha. A su lado Yuri comía una paleta helada de limón y en la ventana izquierda iba Phichit, quién no dejaba de tomar fotografías de la carretera -incluso en una ocasión hizo que todos bajaran del auto para tomar un recuerdo con su nueva cámara profesional. Victor esperaba que, al regresar a casa, se las enviara-.

En los asientos de enfrente iban Leo y Guang. Desde su posición podía ver como se tomaban las manos y se sonreían de vez en cuando, como si se contaran un secreto.

Y en la cajuela iba Jean. El canadiense había perdido en piedra, papel o tijera, por lo tanto ese fue su lugar asignado.

—¡Ya se me durmieron las piernas! —se quejó nuevamente sentándose sobre sus rodillas y recargando sus brazos sobre el asiento trasero.

Victor trató de no sonreír, pero la verdad era imposible.

Nadie de los presentes contestó, de hecho, Yuri subió el volumen del estéreo con su celular -era turno del japonés para colocar música a través del auxiliar-, provocando que el canadiense soltara un bufido.

Percusiones provenientes y una guitarra eléctrica comenzaron a sonar, provenientes de la canción, momentos después inició la melodiosa voz del cantante.

Notó como Phichit tarareaba la letra y como Yuri marcaba el ritmo con sus dedos. No obstante, todo el auto se mantenía en calma hasta que llegó el energético coro donde Jean olvidó su enfado para cantar a todo pulmón.

«Vimos la puesta de sol sobre el castillo de la colina. »

Victor adoraba esa canción, solía ser parte de las que siempre escuchaba cuando estaba en la ducha por lo que se giró hacia Jean, dispuesto a ser su segunda voz. 

Lo señaló para cantar la siguiente línea con todo el sentimiento que podía ofrecer... Aunque claro, nadie contaba -ni él mismo- que un gallo saliese por su garganta, arruinando en cierta parte la frase.

Y eso pareció ser la chispa que avivó el auto pues después de ello, los chicos comenzaron a cantar, sintiendo la letra, viviendo esa experiencia. Dejaban que la música llenara cualquier espacio vacío que sintieran.

Yuri lo volteó a ver con una sonrisa que parecía iluminar su rostro sin dejar de cantar y tras ese gesto, tomó su mano, entrelazando sus dedos en el proceso. Victor, en esos momentos, creyó que estaban experimentando algo único, algo que no se vivía dos veces en la vida.

Si cerraba los ojos podía llegar a transportarse  al lugar que deseara. Quizá su cama o la casa abandona del árbol que su padre le había construido cuando era tan sólo un niño, no obstante, él no quería apartar la mirada de lo que tenía alrededor. Porque no existía otro lugar en el que deseara estar.

Ese instante era único y especial.

—Y echo de menos cómo me haces sentir, y es real, vimos la puesta de sol sobre el castillo de la colina. —cantaron los seis chicos en unísono. 

¿Cuándo volvería a estar con sus amigos de la preparatoria conduciendo por la carretera para llegar a la playa, cantando desafinadamente?

Él no lo sabía, lo único que esperaba es que no fuese la última. 

Me encanta la música y creo que eso queda bastante claro, lol. 

La canción que escuchan es Castle On The Hill, que -como bien dice Ed Sheeran- es una canción de viaje. <3

Nos leemos pronto, xHaruKatsuki.