Capítulo 10.

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A través de sus ojos pudo ver como Yuri se enamoró de Max

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A través de sus ojos pudo ver como Yuri se enamoró de Max.

Siempre que regresaba de una cita Yuri procuraba contarle con lujo de detalle lo que había sucedió, él intentaba mostrar una sonrisa y sonar verdaderamente feliz por su mejor amigo, fue ahí cuando intentó bloquear sus propios sentimientos.

—Si no pienso en ello, se irán. —se repetía como si de un mantra se tratase.

Sin embargo, los sentimientos puros no son tan sencillos de desaparecer.

Con el paso del tiempo, Victor vió todas aquellas veces en la que Max y Yuri salían con una sonrisa sincera en sus labios, tomados de la mano, dispuestos a luchar contra cualquier cosa que se las cruzara juntos, como una pareja. El brillo en los ojos del nipón iluminaba hasta la calle más oscura; las mejillas sonrosadas de Max le daban un aspecto de inocencia.

Con el paso del tiempo, Victor notó como todas esas cosas se iban desgastando. Comenzaron con discusiones un tanto infantiles que pronto dieron paso a algunas un tanto más fuertes. Ya no se tomaban de la mano, ahora cada uno iba a la lucha de manera individual. El brillo en los ojos de Yuri ya no alumbraba en demasía, lo único que iluminaba era una pequeña habitación; la expresión de Max en su rostro ya no era la de un simple enamorado, ahora portaba un semblante estoico.

Victor se preguntaba como podían seguir juntos si el amor, el castillo que habían construido con ese sentimiento se encontraba en esos momentos totalmente destruido.

El castillo había sido reducido a escombros y tierra.

Y la pareja parecía negarse a salir de ahí.

Lo que el ruso no sabía es que no es nada sencillo querer dejar algo que habías construido, no era fácil salir de los vestigios.

Recordando la primera vez que Yuri llegó contándole su primer beso con Max, salió de su casa, se sentía encerrado y necesitaba salir a correr por su vecindario. Trotó, trotó por las calles iluminadas gracias a los pocos rayos de Sol que había.

Cuando se fuera a la universidad, extrañaría eso, la tranquilidad de los suburbios e incluso a esos vecinos que había tenido toda su vida.

Extrañaría esas tardes en las que era tan sólo un niño y se dedicaba a andar por las calles montado en su bicicleta en compañía de Yuri.

Regreso a su casa en cuanto Sol estaba oculto, su playera estaba pegada a su pecho gracias al sudor y algunos cabellos adheridos a su rostro.

Necesitaba un baño.

Aunque grande fue su sorpresa al encontrarse con Yuri en la puerta de su casa.

—Hey. —saludó.

—Saliste a correr.

—Sí.

El de cabellos azabache levantó una ceja, por un segundo Victor vió diversión en su mirada.

—¿Qué había pasado con eso de "jamás haré eso"? —inquirió recordándole las palabras que él mismo había dicho hace algunos meses.

—Me refería a ir al gimnasio. —respondió abriendo la puerta de su casa con las llaves—. Jamás iré a ese lugar apestoso, pero salir a correr no es tan malo, deberías hacerlo.

—¿Me estás tratando decir gordo? —Yuri intentó sonar molesto, pero parecía que eso le estaba causando cierta gracia.

—Tómalo como quieras, cerdito. —bromeó.

—¡Oye! —a pesar de su tono, el japonés dejó salir una risita. Probablemente estaba recordando lo mismo.

Cuando eran más jóvenes Yuri le contó que su familia solía decirle ese apodo, pues al nacer, según la hermana del nipón, era un cerdito adorable y rosadito, así que el mote permaneció.

Hacía tiempo que no lo llamaba así.

De la cocina tomaron dos botellas de agua antes de subir a la habitación de Victor. Este dejó al alcance de Yuri uno de los controles de su consola.

—Realmente necesito un baño, me doy asco.

—Das asco.

—Gracias. —una sonrisilla en sus labios apareció—. Toma lo que quieras es tu casa, ya sabes.

Yuri encendió la consola después de tomar un videojuego y mientras Victor buscaba ropa limpia para vestirse en el baño, escuchó como el nipón decía detrás de él con claridad:

—Max y yo terminamos... Esta vez es definitivo.

Y como si no hubiese dicho nada importante, comenzó a jugar, disparándole a cualquier enemigo virtual que se le cruzara por el camino.

Y como si no hubiese dicho nada importante, comenzó a jugar, disparándole a cualquier enemigo virtual que se le cruzara por el camino

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Hoy no tengo mucho que decir, así que: 
Nos leemos mañanita, xHaruKatsuki. <3

Questions and Answers.  [Victuri]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora