Roger.
Busqué a Norma por todas partes hasta que la encontré en la cafetería de la escuela. Estaba sentada en una mesa para dos personas, tomando un café con una mano y con la otra estaba checando su celular. Me acerqué aliviado al por fin encontrarla.
-Norma- La llamé una vez que me acerqué a su mesa. Ella se levantó de su asiento mientras me examinaba con preocupación.
-Bebé- Dijo aliviada- ¿Estás bien? ¿Te enteraste?- Preguntó asustada.
Mi cabeza me dolía. Sentía horrendas punzadas que me debilitaban cada vez más. Intentar pensar en otra cosa que no fuera a Jessica y yo, en los vestidores, besándonos y teniendo aquellas escenas inapropiadas, me causaban una jaqueca aún más dolorosa.
-No, ¿qué pasó?- Pregunté con voz dolida por mi cabeza punzante.
-Jessica se desmayó- Dijo y yo me preocupé tanto como si fuera un familiar- La llevaron a su casa. Pensé que tú estabas involucrado en todo esto- Me miró con ojos de detector de mentiras.
Tragué saliva. Su mirada era tan ardiente que sentía que en cualquier momento, saldría corriendo con llamas en todo mi cuerpo.
-La bese- confesé y me sonrojé a más no poder cuando vi su mandíbula caerse al suelo- más bien, ella me besó a mí después de acorralarme en el baño.
Mis mejillas ardieron en vergüenza y la mirada tan penetrante de Norma no me ayudaba a sentirme mejor. Mi barbilla comenzó a temblar y sin poder controlarlo, romí en llanto.
-Oh bebé- Norma me abrazó y yo comencé a lloriquearle en el hombro, frente a medio mundo- Vamos a fuera.
Salimos de la cafetería y el frío aire de una recién lluvia me ayudaron a sentirme un poco mejor. Ya no me sentía hirviendo de la vergüenza. Nos dirigimos a un tipo parque que estaba frente a la cafetería. Nos adentramos en los árboles y encontramos unas bancas libres; las demás, estaban ocupadas por parejas besándose hasta devorarse como mantis religiosas.
-¿Cómo estuvo?- Preguntó Norma sentándose en la banca. Me senté yo igualmente.
-No sé...solamente sé que ella me acorraló contra una pared, me hizo unas cosas un tanto inapropiadas y cuando menos lo esperé, me besó- mi cara comenzó a adquirir el rojo de nuevo.
-¿Te gustó?
-Por supuesto que...- iba a decir que no, pero eso sería una grande mentira- no sé.
-¡¡Te gustó!!- Exclamó, casi desmayándose- Roger, Dios mío, no te puede gustar nada que venga de Jessica. Nada.
Me sentí la peor persona del mundo. Tenía razón, Jessica la trataba horrible y yo ahí andaba, platicándole de mis experiencias indebidas y diciéndole que me había gustado. Era un asco de amigo.
-Perdón...- agaché mi mirada a mis piernas- pero bueno, cambiemos de tema, ya no quiero acordarme de esto...
-No, cuéntame más- prosiguió y se acercó más a mí- ¿estás consciente de lo que te puede hacer, verdad? Si te ilusionas con ella, te puede llegar a hacer tanto daño que...no, no me quiero imaginar que te puede hacer.
La culpa comenzó a apoderarse de mí y más porque había disfrutado ese raro encuentro que tuvimos. De nuevo, las ganas de llorar se apoderaron de mí y comencé a llorar nuevamente.
-Norma...
-No, Roger- Ahora me estaba regañando- no te puede gustar ni ella, ni nada de lo que te haga. Es más, hubieras gritado ayuda o algo- Su mirada se oscureció- yo te hubiera ayudado...pero ya son demasiados problemas los que tengo con ella, pero de seguro alguien te hubiera ayudado.
ESTÁS LEYENDO
Roger, Bunny Roger
Teen FictionNo todas las mujeres son sumisas al hombre al igual que no todo hombre controla a la mujer. Hay mujeres que les gusta controlar y hombres que les gusta ser controlados.