Problemáticos

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Así nos tachaban. Con una chica embarazada y un homosexual viviendo en mi casa, sumándole que mi madre y yo éramos colombianos, fuimos considerados como un grupo problemático, libertino y dañino a la imagen del colegio.

—Bien dicen que ser guapos no los convierte en buenas personas —comentó una profesora un día mientras caminábamos todos por el pasillo.

Fue el comentario más idiota que escuché en toda la semana, sobre todo viniendo de una, entre comillas, profesional.

Ángel fue el primero en ser llamado por el psicólogo para hablar con él. Resulta que sus padres fueron a hablar al colegio a la semana siguiente a reclamar el por qué dejaban que los estudiantes anden por ahí saliendo entre chicos. Cuando se enteraron de que estaba viviendo en mi casa, armaron un escándalo porque Cristina también estaba con nosotros. El día que mi madre fue a hablar al colegio, aclaró que esta última había sido echada de su casa y Ángel llegó porque ya no se sentía bien en la suya y su misma madre le dio la opción para marcharse.

No saben cuántas veces estos dos le pidieron perdón a mi madre por el infierno que nos estaban haciendo pasar en una semana. Mi madre se convirtió en representante de ambos y los padres no tuvieron ningún inconveniente en dejarle serlo. Debieron ver el rostro de estos cuando vieron a sus padres, indiferentes.

Josuet también empezó a ir a reuniones con el psicólogo, pero de él nunca supe mucho. Lo que Cristina me decía era que él haría lo posible por conseguir un trabajo, apenas se graduara de colegio. ¿Era idiota? Faltaba más de un año para que nos graduáramos y seamos mayores de edad. Paúl necesitaba estabilidad pronto. Cristina dejaría de ir al colegio debido a su embarazo, pero gracias a una orden del vicerrector, ella no tendría que dar exámenes, en vez de eso, hacer muchos deberes. Era bueno porque ella a veces estaba muy cansada y tenía que reposar. Su barriga estaba muy crecida y parecía que ya iba a dar a luz, pero no. Según su médico, a finales de febrero sería el tiempo programado para que Paul naciera, mientras tanto, ella debía seguir una dieta y tomar las vitaminas necesarias.

En el curso los comentarios no se hicieron esperar.

"El trío bisexual"

"American Pie versión Guayaquil"

"Guayaquil Shore"

Un poco de mierdas más, pero que me da hasta pereza escribir aquí. Muchos nos criticaban, de una manera terrible, sobre todo a Cristina. Una vez que caminábamos en el patio, escuchamos lo suficientemente fuerte y claro lo siguiente:

—Ya me voy a preñar a ver si me exoneran en los exámenes.

Estuvo muy fuera de lugar, pero Cristina lo escuchó y enseguida se sintió mal por ello.

—No les hagas caso, eso es todo —le dije, pero ella ni siquiera me escuchó.

—Este colegio es una completa mierda —dijo Ángel—. ¿Cómo pueden las mismas autoridades dejar que le hablen así a una chica embarazada?

Ninguno respondió a su pregunta porque en aquel momento se acercó a nosotros quien menos esperábamos.

—Trágame tierra y escúpeme en otro lugar —dijo Ángel al ver a Ariel acercarse.

Este estaba muy bien peinado, con aire de superioridad y luciendo más que bien su chompa de la promoción, Se detuvo en frente de nosotros, y estuvimos cerca de diez eternos segundos viéndonos las caras.

—¿Qué quieres? —preguntó Ángel, de una forma casi grosera.

—Hola, Ángel.

Este no respondió a aquello. Cristina y yo permanecimos en silencio.

Ellos, ella & yoWhere stories live. Discover now