Seguridad

37 6 0
                                    

—Iremos contigo, Johan. —aseguró Daniel—. ¿Qué es lo que te ha dicho?

—Que lo encontró en las afueras de la ciudad vagando —dije—. Me envió una foto.

En aquella foto pude ver a Dany, y sentí un golpe en el pecho al ver lo delgado que estaba y también como estaba su pelaje, como si hubiera tenido cien peleas con perros de la calle. El hombre se llamaba Joaquín, y le dije que quería verlo en el parque de los perros de siempre.

Lo que me preocupaba era la recompensa que había prometido en aquel volante por Dany. Daniel me dijo que iríamos con la policía, pero era lo más estúpido y sin sentido que habría podido escuchar. Tomé un momento para reflexionar y decidí contarle al señor que no tenía el dinero. Me quedé muy sorprendido cuando me dijo que no estaba interesado en el dinero, sino en poder devolverme a Dany. Los chicos vieron muy sospechosa aquella actitud, pero también estaban felices de que me devolvieran a Dany.

Al día siguiente fui con ellos al colegio y, al salir de clases, nos dirigimos al parque de los perros, justo donde acordamos encontrarnos. Allí estaba el hombre, con Dany a su lado. Él, al verme, se desesperó y se alejó del hombre para venir hacia mí. Sentí un nudo en la garganta cuando se abalanzó sobre mí y sentí lo delgado que estaba, y como su pelaje estaba muy maltratado. Miré al hombre de nuevo y noté que sonreía al verme. Los chicos habían salido de su escondite y se acercaron a mí para ver a Dany. Cuando lo solté, caminé hacia el señor para agradecerle; no saben lo increíble que es encontrar tu mejor amigo luego de tanto tiempo, bueno, quizá sí lo sepan, pero yo en ese momento lo estaba viviendo en su plenitud.

—Gracias, en serio, muchísimas gracias —dije—. Estuve por perder la esperanza.

—Me siento muy feliz por ti, y qué bueno que no la perdiste.

—Sobre todo por no pedir nada a cambio, señor. No sé qué hacer por usted.

—Solo cuida bien de Dany, porque lo necesita.

—Lo haré —y después de despedirme me marché a casa con los demás.


Ellos, ella & yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora