Una bomba

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—Fatal —empezó Johan.

—Una noticia fatal... —le siguió Angie.

—Fatal.

—Una noticia bien loca.

—Loca.

—Una noticia bien loca...

—Loca.

—Porque se viene una noticia que es una bomba...

—YA BASTA —grité, muy enojado.

Les estaba comentando la historia que estaría cambiando mi vida y la mezclaban con una canción. Ellos me miraron, arrepentidos de haber hecho aquello y empezaron a masticar sus presas de pollo. Daniel y Sami solo me miraron durante un rato, y me moría de ganas de saber qué era lo que querían decir.

—¿Ves lo que se siente? —preguntó Daniel.

—¿A qué te refieres? —dije.

—Que te hayan mentido, que hayan sucedido cosas y tú estuvieras al margen de todo.

—Se siente feo.

—Vaya que sí.

—Pero, ¿qué es lo que piensas hacer? —preguntó Angie.

—Todavía no lo sé, chicos.

—Tu madre realmente ha sufrido con él —señaló Sami.

—Lo sé, pero no he conocido a mi padre. No he tenido la oportunidad.

—¿Y en verdad la quieres? —me dijo Johan.

—No lo sé.

—No es de mucho pensar —replicó Daniel—. Puedes darle una oportunidad, y si él la desperdicia, no tendrás culpa de nada.

—Pero, ¿Qué hay de tu madre? —me enderecé cuando escuché eso y Johan prosiguió—. Ella está sufriendo, Darío.

—Eso ya lo sé.

—¿Entonces?

—¿Entonces qué?

—¿Piensas darle la hermosa noticia de que quieres relacionarte con él?

—Todavía no he dicho nada.

—Creo que en algún momento te arrepentirás si decides no hablar con él —dijo Sami.

—¿Por qué piensas eso?

—Porque él es tu padre, quieras o no, aunque el mundo se ponga de cabeza. Él quiere remediar lo que hizo, Darío. Las personas cuando quieren remediar sus errores no lo hacen para quedar bien, sino porque dentro de ellos lo necesitan, más que las personas a las que les hicieron daño.

—¿Debería decirle que sí?

—No tenemos voz ni voto en esto, Darío —dijo Johan.

—Se trata de ti, no de nosotros —agregó Daniel.

—¡Pero ustedes son mis amigos! —repliqué con furia—. Ustedes son los que están siempre para mí, chicos.

—Y es por eso que no queremos intervenir —dijo Angie.

—¿Por qué?

—Porque se trata de tu familia, Darío —respondió Daniel.

—Ustedes son mi familia. Los conozco más a ustedes que a él, incluso más que a mi madre.

—Dile que no —dijo finalmente Johan—. Tu madre es alcohólica gracias a su aparición, así que imagina cuánto daño le estarás haciendo si ella se entera de que estás hablando con él.

Ellos, ella & yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora