Me giro soltándome de su agarre y cruzándome de brazos en su dirección.
—Clara no es mi novia, ni mi ex novia. —dice.
—Deja de ser tan patético Harry. —pido—. Estas comportándote como si esto te importara y tuviéramos una relación formal. ¡Ni si quiera estamos saliendo!
— ¿Yo estoy siendo patético? —ironiza.
—Estas montándome todo un drama por un simple almuerzo con Paul cuando ni siquiera estoy interesada en él y si lo estuviera saldría con el cuándo quisiera. —reto.
Su mano tira de mi muñeca para acercarme a él y estrellar sus labios contra los míos y levantarme en sus brazos haciéndome enrollar mis piernas en sus caderas. Tira todas las carpetas y documentos que están en su escritorio colocándome sobre él. Sus labios se mueven con desesperación entre los míos y eso me acelera más. Gimo cuando muerde mi labio inferior separándome un poco de él y su beso pasan a mi clavícula mientras acaricia mis piernas con sus manos yo peino su cabella hacia a tras disfrutando de sus besos y sus caricias. Agradecía hoy por traer falda y pedía porque nadie interrumpiera este momento, realmente. Sus manos comienzan a desabotonar mi camisa con desespero y rapidez. Me despojo de ella rápidamente y encuentro sus ojos por un segundo que ahora están más oscuros de lo normal.
—Te deseo tanto… —su voz es ronca y me hace gemir cuando lleva su cabeza al valle de mis senos depositando besos en medio de ellos.
—Termina con este juego. —digo con la voz entrecortada.
— ¿Qué? —levanta la cabeza para mirarme.
—Dijiste que era un juego ¿no? —pregunto divertida—. Termina con él. No creo que quieras seguir jugando con la misma persona. —sonrío.
—Así es. —frunce el ceño antes de llevar sus manos al broche de mi sostén en la espalda y sus labios de regreso a mi boca.
Siento como la presión del sostén se desvanece y sé que por fin lo ha soltado. Lo retira en un movimiento ágil y rápidamente sus manos cubren mis pechos acariciándolos suavemente.
—Harry… —jadeo en sus labios en busca del broche de sus pantalones para deshacerme de ellos.
Rápidamente saca un condón del bolsillo trasero de su pantalón y se despoja de ellos rasgando el pequeño sobre plateado. Me alejo de él para poder dejarle ponérselo y en cuanto su dura erección sale de sus pantalones me estremezco, es grande. Bastante grande. Me sonríe en cuando termina de ponérselo y me ruborizo porque me ha atrapado mirándole. Saco mis bragas apresuradamente y él se acerca más a mí prácticamente recostándome sobre su escritorio. Siento su miembro en mi entrada y muerdo mi labio fuertemente antes de que entre en mí con fuerza. Sus labios buscan rápidamente los míos para silenciar mis gemidos mientras comienza a moverse son fuerza dentro de mí. Las probabilidades de que alguien entre a la oficina y nos vea teniendo sexo en el escritorio me aceleran y me hacen excitarme aun mas. Es imposible porque recuerdo haber puesto el pestillo al cerrar la puerta ¿lo puse? No tengo tiempo de pensar en eso ahora mismo. Harry se separa de mis labios y sus movimientos son más bruscos cuando mis ojos se encuentran con los suyos y le sonrío haciéndole saber que estoy disfrutando. Rápidamente atrapa mis labios otra vez.
