Capítulo 22. La fiesta #3

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*KRISTEN*

La canción lenta terminó, y Louis se separó lentamente de mí. Estuvimos mirándonos unos segundos.

-¿Quieres beber algo? – me dijo sonriente.

- Claro, espérame en la barra, que voy al baño – le dije. Se despidió de mí con un beso en la mejilla y se fue. La verdad es que no iba al baño. Hacía tiempo que Paul me había pedido un baile, pero no se lo iba a decir a Louis para que no se molestara conmigo. Aquella era una mentira piadosa.

- ¿Me buscabas? – me dijo una voz al oído. Yo me giré sorprendida, y después me relajé.

- Paul, qué susto me has dado – le dije, soltando aire.

- ¿Bailas? – me dijo, ofreciéndome su mano. Asentí divertida y fuimos a la pista. La canción era realmente movida, y como había tanta gente, teníamos que bailar realmente pegados. Creo que estaba a punto de acabarse, y si no le faltó poco, cuando Paul me giró bruscamente y acercó su rostro al mío. Entonces oímos el ruido de una botella romperse. Todo el mundo avanzaba deprisa hacia donde estaba la barra para ver lo ocurrido. Nosotros también nos acercamos. Me quedé de piedra. Louis era el causante de todo.

- ¡Louis! – le grité - ¿Qué se supone que estás haciendo? – él se volteó a verme, y me sonrió travieso.

- Sólo me divierto, nena – dijo con la voz algo pastosa y arrastrando las palabras.

- Louis, mírate, si estás borracho… - le dije, tomándole del brazo – Vámonos a casa, es lo mejor.

- Pero sólo si me prometes que jugaremos – me dijo pícaro. Todos los que estaban a nuestro alrededor nos silbaron, y yo me sonrojé. Di gracias a la oscuridad. Me acerqué a su oído.

- Te lo prometo, pero sólo si bajas y nos vamos afuera – le dije sensualmente, separándome de él y comenzando a avanzar hacia la salida. Louis, como un bobo, me siguió de cerca. Caminamos hasta llegar a su coche. Se apoyó en el capó y me recorrió con la mirada, sonriendo travieso. Me acordé de algo.

- Me he olvidado el bolso dentro, enseguida vuelvo – le dije. Pasé de nuevo a la casa y fui en busca de mi bolso al perchero. De camino, me fijé en Niall y Rebecca, en unos sillones cerca de la escalera. Estaban lo dos, manteniendo una animada charla, y Rebecca reía sin parar. Hacían una parejita tan tierna… Cogí el bolso y sin más distracciones salí de nuevo, preguntándome dónde se había metido Kay. No la había visto en toda la noche, y eso que eran sobre las cinco de la madrugada.

Pero un poco antes de llegar de nuevo al coche de Louis, me detuve. Le estaba viendo, hablando por teléfono. En perfecto estado. Ya no tenía la voz pastosa ni arrastraba las palabras. Me di cuenta de lo que pasaba. Me sentí una completa imbécil.

-¡¿Pero tú de qué coño vas?! – le grité - ¿Pensabas que era tonta? ¿Qué me podrías engañar? ¿Qué mierdas querías conseguir?

 - Por favor Kristen, no digas eso. Déjame que te explique…

- Oh, no hace falta que me expliques nada. Lo tengo todo clarísimo. Si al final todos sois iguales – le corté, muerta de rabia, e hice un amago de irme. Pero me detuvo.

- ¡Por favor, Kristen, atiende! – me dijo tomándome por los hombros, zarandeándome suavemente. Me miró fijamente – Si he fingido estar así es porque me reventaba verte bailar así con Paul… tan cerca… - hizo una pausa y suspiró profundamente – Porque no podía dejar que tu viera la oportunidad de hacer… esto – y acto seguido, me besó.

El beso era sincero y lleno de amor, o por lo menos, así es como yo lo sentí. Alejó sus manos de mi cara para posarlas en mi cintura, y apretarla suavemente cuando notó que le mordía con delicadeza el labio inferior. Nos separamos lentamente en busca de oxígeno, pero ninguno se movió mucho.

-       Ahora sí que no te dejaré marchar – susurró sobre mis labios. Me sonrojé débilmente y volvió a besarme. Besos cálidos e interminables. Enredé mis brazos detrás de su nuca, pegando completamente nuestros cuerpos. Noté cómo sonreía entre besos ante tal reacción, y sus manos se movieron a mis muslos.

Un móvil vibró en mi bolsillo y gruñí sobre sus labios. Él se separó de mis labios y rió lentamente, atrapando con sus dientes el lóbulo de mi oreja.

-       Será mejor que contestes – me susurró, intentando controlar su respiración.

Sonreí como una tonta al fijarme en sus labios. Estaban completamente rojos e hinchados; a si que no quiero decir de los míos.

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⏰ Last updated: Jun 09, 2014 ⏰

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PólvoraWhere stories live. Discover now