Capítulo 20. Compras exahustivas.

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*Paula*

Hoy las chicas me habían convencido para ir de compras después de clase. La prioridad, según decían, era mi vestido, y después, sus conjuntos para la fiesta, y Louis y Liam se habían ofrecido a acompañarnos. Louis nos llevó a todos en su coche, a excepción de Kay que fue en moto. Nos reunimos en el aparcamiento, y pasamos al centro comercial. Estuvimos en diez tiendas como mínimo, y decidimos pasar a la última, pues Liam y Louis se estaban hartando. Las chicas se repartieron mirando los estantes, cogieron algún vestido y nos dirigimos a los probadores. El primer vestido lo había elegido Kristen. Era azul eléctrico, me llegaba hasta la mitad del muslo, y estaba ajustado a mi cuerpo, lo que resaltaba cada curva de este. Corrí la cortina. Dí una vuelta lentamente sobre mí misma y esperé las críticas.

- Wow - dijo Liam - Simplemente, wow.

- Estás guapísima, Paula - me dijo Louis.

- Yo creo que deberías llevarte ese - me dijo Kristen. Kay y Rebecca se limitaron a asentir.

- Voy a probarme otros - les dije, y cerré nuevamente la cortina. Ahora tocaba el elegido por Kay. Era plateado, de nuevo hasta la mitad del muslo, de corte griego, que dejaba al descubierto mi hombro derecho, lo que me daba un toque sexy pero no vulgar. Salí y repetí la acción.

- Me encanta - dijo Kay en cuanto salí.

- Pero no os pueden ggustar todos - me quejé.

- Pues nos gustan - me dijo Liam, acercándose a mi y cogiendome dulcemente de la cadera. Vale, hey, stop right now, baby. Me separé de él y volvía a entrar. Ahora el último. Era un vestido fucsia, cortito por delante y largo por detrás, con algún volante, que se ceñía a mi cintura, y después caía libremente hasta un poco más arriba de la rodilla. Salí del probador, y vi a todos mis amigos con la boca abierta. Y supe que ese era el vestido.

- ¿Entonces me le llevo? - les pregunté insegura.

- Claro que sí - respondieron todos a la vez. Acto seguido, se miraron divertidos y rieron.

- Está bien, dejadme que me cambie y vamos a ver la ropa para las chicas - todos asintieron. 

. . . 

Pasamos a varias tiendas hasta que encontramos lo que les gustaba, y volvimos a casa. Sus padres las dejaron quedarse a dormir y nos pusimos a hablar de cualquier cosa. Pero como cada vez que hablábamos acabábamos hablando de chicos, esta vez no iba a ser menos. 

- ¿Qué os parece Paul? preguntó Rebecca, curiosa.

- Bah, el otro día me invito a ir a un sitio que ni me acuerdo de cómo se llama - dijo Kristen - Pero sólo acepté para ver si Louis se ponía celoso - todas soltamos una exclamación de sorpresa - ¿He dicho eso en voz alta? - añadió haciéndose la tonta.

- ¿Te gusta Tommo? - preguntó Rebecca, abriendo los ojos como platos. Kristen desvió la mirada y no pudo evitar soltar una sonrisita picarona, y esa era la señal de que sí. OMG.

- ¡Sí! Le gusta Tommo, le gusta Tommo... - se puso Kay a canturrear, cosa que nosotras coreamos.

- ¿Y se lo piensas decir? - la dije pestañeando rápidamente.

- ¿Qué? No - bufó - Tengo que esperar a que él me lo diga - añadió. Todas reimos. Y vibró su teléfono. Nos mostró la llamada entrante.

- Y hablando del rey de Roma... - dijo Kay.

- Voy al baño que hablo mejor a solas - dijo Kristen, nos guñó un ojo y se fue. Como por arte de magia, el de Kay también sonó. Malditos teléfonos. ¿Por qué Harry no me llama y así no me quedo como una marginadilla? Kay soltó un bufido y cortó la llamada entrante. Pero la volvieron a llamar; soltó una maldición y colgó.

- ¿Quién es? - preguntó Kristen saliendo del baño.

- Nadie - respondió cortante. 

- Pues para no ser nadie estás bastante nerviosa - la dije. Ella palideció. Nosotras reímos ante su reacción - ¡Que era coña! - la dije sin parar de reir. Ella me aventó una almohada a la cara y empezamos una guerra. Poco después, la habitación ya estaba llena de plumas. Y el puñetero teléfono sonó otra vez a modo de WhatsApp. Kay decidió contestar a quién quiera que fuese, y nosotras nos pusimos apelotonadas a su alrededor mirando la pantalla. Pareció no importarle. 

"Hola", leímos.

"Hola Zayn", respondió.

- ¿Zayn? - le dijo Rebecca - ¿Hablas muy de seguido con él? - Kay se limitó a sonreir y contestar el nuevo mensaje.

"¿Sigue mi ropa en tu casa?", ponía. En el instante en que lo leimos nos quedamos de piedra y empezamos a sacar conclusiones...

- ¿Qué es eso Kay? - preguntó Kristen. Kay se puso colorada, cosa no muy común en ella. 

- ¿Os acostásteis? - preguntó Rebecca llevándose una mano a la boca. Kay se sobresaltó.

- No - dijo con gesto horrorizado. 

- ¿Entonces? - pregunté intrigada. Ella sonrió y se tumbó en la cama, poniendo las manos detrás de su nuca.

- Entonces nada - nos dijoj simple.

- Venga... - dijo Kristen alargando la a. - Yo os he contado lo de Louis.

- Lo has contado por que tú has querido - replicó Kay - Ah, y suerte con tu cita del sábado - añadió.

- Gracias - respondí algo sonrojada.

- Eres la cosa más tonta que hay - me dijo Rebecca.

- ¿Por qué? - dije molesta.

- Por que te estás imaginando a Harry y a ti sentados en la mesita cenando los dos juntitos - contestó Kristen, con tono burlón. Yo reí un poco para disimular. Eso era exactamente en lo que estaba pensando.

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