43.

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—Oye MinHee, ¿te quedaras así todo el día? — la chica de cabellos rubios preguntó.

La ojiverde negó, aún con el rostro pegado al escritorio.

—Sólo dejame estar así un rato más. — balbuceo haciendo puchero.

—Ah, en serio. ¿Por qué eres así? ¿Qué te pasa? — la chica a su lado preguntó.

Se quedó en silencio un momento, pero después respondió con la voz empalagosa. —Terminó conmigo.—

—¿¡Qué!? — la ojiverde asintió, afirmando su respuesta.

—Lo siento... ¿Quieres un chocolate? — preguntó la rubia.

—Que sean dos. — la pelinegra pegó el rostro al pupitre nuevamente.

—Bien, bien. Te compraré dos. —

(...)

—Hay alguien que le gusta...— la ojiverde habló después de darle un mordisco a su chocolate.

—¿Qué? ¡Eso es muy cruel! ¿Cómo se atreve a jugar con las personas así? — exclamó la castaña.

—¿¡Para qué te pidió que intercambiaran teléfonos entonces!?— bramó la rubia.

Ambas chicas abrazaron a la pelinegra cuando esta comenzó a lagrimear.

«En serio. Es el peor momento de mi vida. »
«La cuestión de los vampiros es tan vergonzosa que ni siquiera puedo hablar sobre ello. »
«Él no quiso lastimarme...»

(...)

Taehyung y Jungkook habían llegado al aula hacía apenas unos cuantos segundos, pero los cotilleos no tardaron en llegar.

—Es la primera vez que vienen juntos a la escuela. —

Bla, bla.

—Parece que están pegados de nuevo. —

Bla, bla.

—Se supone que Jungkook estaba enfermo, pero, ¿no parece en perfecto estado? —

—Taehyung se ve mejor también, ¿acaso se cortó el cabello?—

—Silencio, por favor. — la profesora que ingresó al aula habló haciendo que todos se callaran, y que ambos chicos fueran a sus respectivos asientos.

—¿Qué pasa con todos ellos? — Jungkook preguntó a la chica que se encontraba a su lado, esta se encogió de hombros.

—¿Descansaste el fin de semana? Pensé que estabas enfermo. —

Jungkook sonrió de manera nerviosa. —Ah... Estoy bien ahora. —

La chica a su lado sonrió. —Me alegro, nuestra tutora estaba muy preocupada. Incluso nos insistió sobre no enfermarnos. — el pelinegro asintió, y se giró solo un poco para poder observar al castaño.

Taehyung lo estaba observando también, y Jungkook sintió su corazón revolotear en su pecho cuando sus ojos se encontraron. El pelinegro sonrió, haciendo que el ojiazul lo hiciera automáticamente.

—Buenos días. — la mujer de cabellos rubios entró una vez que la profesora que estaba antes abandonó el aula. —Oh, Jungkook... — habló aliviada una vez que sus ojos se posaron en el menor.

(...)

—Estabas muy enfermo entonces...— la rubia suspiró. —

Jungkook asintió avergonzado.

—Fui a buscarte a tu casa ya que no pude contactarte, ni a tu padre. — Jungkook se estremeció. —Pero otra persona estaba viviendo en tu casa, ¿te mudaste? —

Vampire's Food »VKOOK«Where stories live. Discover now