Vampire's Food »VKOOK«

38.

YoungMi se encontraba recostada sobre su cama, pensando en la situación de su hermano.
Ahora que él estaba sólo, ella pensaba que debía de ser duro para él.

—¿Él...? ¿No preferiría recibir sus cosas de alguien que conozca?— lo pensó unos momentos y después tomó su celular. —¿Dónde esta? —

Entró a la conversación con Jungkook y después comenzó a buscar aquella captura que su hermano le había enviado hace algún tiempo.
Abrió la foto hasta dar con lo que buscaba.

«¡Lo encontré! »

Taehyung tocó y espero pacientemente, pero los minutos pasaban y ningún sonido se producía del otro lado de la habitación.

«¿Y si le pasó algo? »

Negó asustado, él tenia que estar bien.
Esta vez no se contendría, ya no iba a esperar. Si no iban a abrir, entonces el entraría. A la fuerza.
E iba a hacerlo, pero el sonido de su celular lo detuvo

Leyó el mensaje.

«Hola, ¿este es el número del amigo de Jungkook oppa?»

Taehyung abrió los ojos sorprendido y después de intercambiar unos cuantos mensajes salió corriendo del lugar.

(...)

Taehyung tomó aire mientras tenia su mano solo a unos cuantos centímetros de la puerta.
Soltó el aire y se tranquilizó.

«Él estará bien...»
«Lo estará. »

Taehyung se mentalizó y acercó su puño a la puerta dispuesto a tocar, pero justo antes de hacerlo la puerta fue abierta.

Jungkook abrió la puerta y se exaltó al toparse con alguien.
Levanto la mirada y se quedo perplejo observando al chico frente a él.
Cerró la puerta sorprendido.

«Q-qué...»
«¿Cómo...? »

El brazo del castaño impidió que Jungkook pudiera trabar la puerta, pues metió este en la abertura que aún quedaba y lo empujó hacia atrás.
Jungkook se quedó quieto en su lugar observando al ojiazul frente a él.

«Taehyung, ¿cómo...? »

Taehyung se adentro más al lugar haciendo que el menor retrocediera, dejándose caer en el suelo aún trastornado por la presencia del ojiazul en el lugar.

—¿Tú...? ¿Cómo me encontraste...? — el pelinegro detuvo sus palabras cuando el castaño visiblemente molesto se acercó mas a él.

—¿Por qué estas aquí?— el castaño preguntó con el ceño fruncido.

«¿Por qué Jungkook no está en la casa de ese tipo? »

—¡Vete! ¡No vengas...! — el pelinegro pidió cubriendo su rostro con las manos.

El castaño tomo al menor por las muñecas y lo levantó haciendo que el pelinegro ahogara un grito de dolor en su garganta.

—¿Por qué has faltado a la escuela? ¿¡Por qué haces que me preocupe por ti de esta manera!? — levantó la voz apretando un poco mas al pelinegro. —¡Esto me está matando, lo odio! —

Los ojos de Jungkook se llenaron de lágrimas mientras intentaba con todas sus fuerzas que el ojiazul lo soltara. —¡Dejame! ¡Ah! ¡Me duele!—