Volví a descansar mis labios sobre los suyos, retomando la misma intensidad del beso e incluso llevó un ritmo más acelerado por la necesidad de sentirlos nuevamente, estaba volviéndose una adicción, la mejor que haya tenido. Me alejé unos escasos segundos de sus labios para deshacerme de mi remera ya que sentía calor y el contacto de la gruesa tela solo lo empeoraba. Thomas imitó mi acto. Comencé a avanzar lentamente hacia adelante, haciendo que, de esta manera, él caminara en reversa y chocara con el mismo objeto que yo hace no mucho tiempo y cayera consecuentemente sobre el sofá. Mentiría si dijera que no lo tenía fríamente calculado. Sonreí con picardía para sentarme sin vuelta alguna sobre su cintura, noté como relamía sus labios creyendo que volvería a ellos, pero en su lugar, descendí hacia su cuello, acariciando el mismo con mis labios.

Acorde pasaban los minutos, las caricias se hacían más extensas e incluso más profundas, nuestros labios formaban un ritmo único, cargado de deseo, necesidad, ansiedad, las prendas poco a poco comenzaban a sobrar y acababan sobre el suelo de alfombra, podía sentir el corazón de Thomas latir con ferocidad cada vez que repartía besos a lo largo de su torso, y apreciar el brillo único en sus ojos cada vez que nos tomábamos el atrevimiento de conectar nuestras miradas. Esto es el paraíso.

-Te quiero, Newt- Soltó de repente, captando mi atención por completo- Te quiero, demasiado y comienzo a pensar que eso ya no es suficiente para expresar el cariño que siento por ti- Con su respiración agitada, la voz más ronca de lo normal y una sonrisa ampliamente esbozada en sus labios, hizo una confesión que me dejó helado durante un par de segundos, en los cuales se dedicó a acariciar mi cabello con cariño y observar rápidamente mis ojos, como si intentara deducir que es lo que estaba pensando.

Dudé momentáneamente de sus palabras, quizás fue solo un momento de confusión que la misma situación lo ameritó, ya que hemos hecho cosas por el otro, nos hemos apoyado y hemos estado para el otro aún cuando el mundo entero estaba en contra nuestro pero, aunque yo sé que es como yo en ese sentido, que le cuesta expresar lo que siente y, si bien se desenvuelve mejor, no es de esa clase de personas que te recuerda a cada rato que te quiere, y que eres importante, y todas esas frases cliché de parejas... o amigos con derecho... o lo que sea que somos, de hecho, solo una vez me ha dicho que me quiere, ¿Cómo puede ser insuficiente cuando la ha usado sólo una vez?

Pero toda esa teoría que mi mente creó, se desvaneció al segundo que observé sus ojos, solo eso hacía falta, observar sus bellos y marrones ojos para darme cuenta de que no se trataba de ninguna mentira o confusión, se veía la seguridad en ellos. No pude evitar sonreír inmediatamente y en ese momento recordé una frase que escuché hace unos cuantos años atrás "El corazón tiene razones que la propia razón nunca entenderá" No había logrado comprenderla hasta ahora.

-Te quiero mucho, Tommy- Susurré a centímetros inexistentes de sus labios, besando nuevamente aquellos.

La felicidad superaba cualquier inseguridad, vergüenza, incomodidad del primer encuentro íntimo que tenía con Thomas, después de todo, era la primera vez que nos veíamos tal como vinimos al mundo y la primera vez que nos atrevíamos a ir más allá de un simple beso.

En cuestión de minutos, todo se concretó, me sentía completo, más vital que nunca y dicha felicidad aumentó, sabía que él era mío y yo era de él, ya no éramos aquellos dos jóvenes absurdos que se miraban deseándose el uno al otro pero ocultando siempre los sentimientos, ahora mismo lo éramos todo, éramos uno solo. No podía pedir nada más.

Me dejé caer a su lado, recostando mi cabeza en su hombro mientras intentaba recuperar el aliento pero con la sonrisa intacta en mi rostro.

-Quisiera que este momento durara para siempre- Confesé, observando su perfil con atención. Era tan hermoso.

Bring Me To Life [Newtmas]Where stories live. Discover now