Bring Me To Life [Newtmas]

Capítulo 2

Odiaba esta vida, odiaba en lo que me había convertido, ¿Cuándo pasó todo esto? El último buen recuerdo que tengo es el de estar en mi casa, frente al sofá entre medio de mis padres quienes reían mientras veían una serie de comedia y aunque no me resultaba cómico, me reconfortaba estar en compañía de ellos.

Un líquido ácido quemaba mi garganta, por un momento creí que saldría fuego por mi boca, pero no fue así. Como un vago me encontraba sentado sobre un banco de madera ubicado en vaya a saber uno donde, con un cigarrillo sobre mi mano izquierda y una botella de vodka sobre mi mano derecha.

La fría brisa de la noche golpeaba sobre mi cuerpo como bocanadas de agua congelada, y es que no llevaba más que una simple musculosa de tela fina junto con unas bermudas. No podía dejar de temblar, deseaba con mucha fuerza que mi madre apareciera de la nada con una manta sobre su brazo y una taza de café entre sus manos, acompañada de aquella sonrisa tan bella y cálida que solía tener, no importara lo que suceda nunca la abandonaba... ni siquiera aquel día. Un nudo se armó en mi estómago, los extrañaba demasiado.

Se siente horrible ser consciente de que tu vida está a punto de caer por un hondo abismo y saber que no haces nada para que detenerlo, es más, pareciera que por momentos me incentivo a llegar hasta aquel vacío.

"Ellos estarían muy decepcionados de ti si vieran en lo que te has convertido" Recordé de repente las palabras de Clara la vez que ingresó a mi habitación sin permiso al momento que estaba drogándome.

Llevé nuevamente la bebida a mi boca pero en lugar de beber solo un trago, dejé que ingresara cual agua a mi cuerpo. Sentía que estallaría pero necesitaba callar a esa voz en mi cabeza, necesitaba borrar todo tipo de imagen que regresara de aquellos buenos momentos, necesitaba olvidar a mis padres, necesitaba apagar todo tipo de sentimientos que sugieran para atormentarme y por sobre todo necesitaba olvidar que existo.

No sé cómo fue que llegué pero amanecí dormido en mi cama, lo único que rogaba es que no haya sido la policía quien me trajo hasta aquí. Me senté apoyando mi espalda sobre la pared, maldita sea, mi cabeza daba más vueltas que una calesita, sentía que explotaría en cualquier momento, tenía un gran malestar estomacal y mis ojos estaban pesados.

Con los objetos que tenía a mí alrededor, logré mantenerme estabilizado e ingresar al baño para darme una ducha de agua fría y calmar un poco la resaca. Fue en vano.

Coloqué la toalla alrededor de mi cintura, cayendo automáticamente al suelo al colocar un pie fuera de la bañera. No tenia ánimos de moverme pero debía cambiarme y asistir al instituto o de lo contrario las cosas se tornarían serias.

Juntando algo de fuerza me incorporé con ayuda del lavabo del baño, llevando consecuentemente una imagen mía en este preciso momento reflejada en el espejo que estaba sobre éste. Cerré los ojos, no quería imaginarme lo que debía ser, pero me decidí por abrir los ojos y chequear que tan mal me veía. Peor de lo que imaginaba. Mis ojos estaban hinchados y rojos, mi rostro estaba tan pálido como un papel resaltando así las oscuras bolsas bajo mis ojos, mis labios estaban resecos y mi cabello completamente desordenado. Estaba destruido.

Abandoné la habitación maldiciendo, tomando algunos medicamentos que guardaba en el cajón de mi mesa de noche para cualquier tipo de malestar, me vestí y tomé unas gafas de sol para que no notaran lo mal que estaba.

Trastabillando en varios escalones logré llegar a la planta baja, para mi suerte Clara no estaba allí. Ingresé al comedor pero tampoco la encontré. Sobre el refrigerador había una nota sostenida gracias a un imán.