Volver a creer

Una oportunidad

Fabiola:

Me levanté de la cama y me encerré en el baño, no quería verlas no queria escucharlas me sentía completamente traicionada y confundida, que había hecho mal para que me hicieran sufrir de esa manera? no tenía ni puta idea. Después de un rato de estar encerrada en el baño llorando y esperando a que se fueran de mi cuarto por fin lo hicieron y yo salí, fui directo a ponerle llave a la puerta y me cambié de ropa muy rápido tenía que salir cuanto antes de ahí, me faltaba el aire y lo que menos quería era estar encerrada, cuando salí por el pasillo escuché a Estela y a mi madre hablando, Estela lloraba y mi madre la trataba de consolar, aprovechando ese momento salí corriendo y me subí a mi carro arrancando de ahí a toda velocidad.

Recorrí gran parte de la ciudad pensando en lo que estaba sucediendo, seguía pensando que había hecho mal para que me hicieran daño de esta manera, cuando supe que Estela había muerto mi vida acabó en ese momento y cuando por fin empiezo a querer vivir de nuevo se aparece nuevamente a hacerme sufrir pero ahora por su mentira, no quería saber nada en ese momento de ella, la amaba si pero no podia soportar la idea de que me haya mentido de es forma aun sabiendo todo lo que yo iba a sufrir por su supuesta muerte.

Mientras seguía recorriendo las calles de la ciudad sonó mi telefono, me fijé de quien se trataba y era Yaz contesté sin dudarlo, necesitaba a mi amiga.

Llamada:

–Yaz –dije con poco animo.

–Faby que bueno que me contestas te he mandado mil mensajes necesito hablar contigo y explicarte –dijo apresuradamente

–No quiero hablar de eso Yaz, es tu vida tu sabes lo que haces y ya no me pienso meter en eso –le respondí

–Pero Faby es necesario que hablemos

–Si lo es.. –hice silencio un momento por el nudo en la garganta que tenía –necesito a mi amiga

–Ya te enteraste? –me preguntó y sentí coraje ella tambien sabía.

–Tu tambien sabias? –le dije con rabia.

–No no, claro que no yo me enteré esta mañana cuando fui a buscarte

–Donde estás en este momento? –le pregunté.

–Estoy en un hotel despues de lo de ayer no pensba seguir en casa de tu padre. –contestó

–Bien, entonces mandame tu ubicación que voy para alla.

Estela:

Nada salió como pensé, verla en ese estado y que no me dejara ni acercarme fue lo que mas me dolió, ni siquiera me dejó explicarle lo que supuestamente había pasado, era una mentira lo sé pero era lo único que me quedaba para que me perdonara y por ese motivo me sentía mucho peor, salí de su cuarto y me fui a la cocina, me dolía tanto saber lo que había sufrido por todo esto y sin embargo aqui estaba yo mintiendole de nuevo, en ese momento sonó mi celular indicandome que tenía un mensaje al abrirlo vi que era Miller.

Mensaje:

-Se como te sientes Estela pero ni se te ocurra decir algo, tu ya sabes las consecuencias-

Guardé mi celular y lagrimas de coraje e impotencia comenzaron a salir dando paso a un llanto incontrolable, en ese momento Sandra llegó a mi lado y me abrazó, mientras ella trataba de calmarme escuchamos como alguien encendía el carro de Fabiola corrí hasta la puerta y vi como ella se iba a toda velocidad, pensé en seguirla pero su madre me lo impidio

–A donde vas Estela? –me preguntó

–Necesito que me escuche señora necesito hablar ya con ella. –le contesté desesperada