Capitulo 6: Declaración comprometedora previa al juego

5.1K 152 4
                                    

Al despertarme por la mañana me sentía bastante extraña, me sentí emocionada pero esperaba por todo lo santo que no fuera por Regie.

Con rapidez me alisté. Al mirar mi reloj me percaté de que tenía una hora más para hacer lo que quisiera, así que me dediqué a escuchar música y relajarme. Intenté mantener mi mente en blanco mientras la música retumbaba en mis oídos dejándome sorda a cualquier sonido del exterior.

― ¡Hora de irnos! ―Gritó mi padre sacudiéndome.

―Te escuché ―Dije quitándome los audífonos.

Papá me sonrió con picardía y procedió a correr escaleras abajo. Me levanté de la cama con rapidez, tomé mi bolso y corrí detrás de mi padre. Era bueno que fuera joven y jugara conmigo de esta manera, me ayudaba a sobrellevar toda esta cuestión de la adolescencia.

De camino a la institución mi corazón latía frenéticamente, comenzaba a sentirme nerviosa mientras reconocía lo poco que faltaba para llegar ¿por qué sentía todo aquello? ¿Acaso era porque vería a Regie? ¡No! Debía sacarme esa idea de la cabeza, así que la sacudí con fuerza.

―Que tengas un buen día ―Se despidió mi padre cuando bajé del auto.

―Igual ―Le sonreí abiertamente.

Busqué en mi bolso el reproductor y caminé en dirección del instituto, la música era el único medio que me hacía soportar un poco el saber que tendría que pasar siete horas en un mismo edificio cerca del idiota. Levanté la mirada y arrugué el ceño.

« ¡Oh genial!» Pensé al ver que aquel espécimen se acercaba a mí.

 Este idiota no se cansa ―Susurré respirando profundamente.

―Así que la nueva tiene novio ―Comentó caminando a mi lado―, eso es bueno, no estarás sola.

― ¿Qué quieres? ―Le miré con rabia.

―Nada en especial, sólo pasaba a hablar contigo ― ¡Ja! Que tonto si creía que me comería aquello ¿Me veía cara de idiota o qué?

―Si ya complaciste tu burdo deseo, eres libre de largarte por donde viniste e ir a desperdiciar tu tiempo en conversaciones estúpidas que dificultan tu desarrollo mental.

― ¡Auch! ―Dijo mientras fingía que lo había herido―. Eres astuta niña.

― ¿Niña? ―Arqueé una ceja―. Soy mayor que tú en muchos aspectos, incluyendo madurez ―Y seguí mi camino.

― ¿Por qué insistes en insultarme?

― ¿Por qué insistes en querer fraternizar contigo?

― ¿Te he hecho algo malo? ―Su rostro cambio ¡por favor! Aquella psicología no funcionaría conmigo.

―Mira niño, no me importas ―Le aclaré―, mejor dicho te odio ¿de acuerdo? Odio tu persona, me das asco, tu presencia me causa náuseas. Eres una escoria. No eres nadie como para querer reclamar mi atención. Búscate a otra idiota que se enamore de ti fácilmente porque yo no caeré en tus jueguitos ¡desaparece! ―Aquel idiota se quedó plantado en el suelo.

Era cierto que malgastaba mi tiempo respondiéndole pero ¡en serio! Ya era demasiado irritante saber que estudiaba en la misma institución con él como para también tener que aguantarme que me hablara. No entendía por qué aquel idiota quería acercarse a mí ¿acaso no le quedaba claro que lo odiaba?

Me senté en una banca, me coloqué los audífonos y le di todo el volumen a la música. De pronto el olor de una rosa me invadió, la sentía muy cerca, abrí los ojos y me sobresalté al ver a Regie.

Inevitable (El juego de Elena #1) [Editada]Where stories live. Discover now