Capitulo 5: ¿Primer beso de amor?

Comenzar desde el principio
                                    

Le miré acercarse más a mí. Un viejo terror apareció obligándome a desear que mi boca se hubiera mantenido completamente cerrada.

Un fuerte instinto me hizo alejarme un poco de él.

Sólo... Déjate llevar ―Pidió Regie sosteniendo mi barbilla.

¿Cómo decirle que sentía terror? No era bueno que una mujer se lo confesara a un hombre, ellos aprovechaban eso. Sentía desconfianza, era normal, la tenía ante lo desconocido. En años no había sentido interés por besar de nuevo a un hombre ¿por qué ahora pasaba por encima de todo? ¿Lo hacía para quitarme al idiota de encima o lo hacía porque deseaba que Regie me besara? Ambas opciones eran igual de fuertes y eso me aterraba más aún.

Claro ―Sí, me rendí.

Él deslizó su mano de mi barbilla hasta mi mejilla derecha y yo cerré los ojos, ese toque se me hizo bastante delicado, totalmente diferente a lo que había sentido alguna vez.

Varios flashes de mi pasada experiencia volvieron pero yo me negué a recordarlas, había luchado para conseguir olvidar todo y no fallaría en ese fin.

Su respiración se sentía muy cerca, mi pecho vibraba al compás de los frenéticos latidos de mi corazón, supongo que a él no le importaba sufrir de nuevo. Sólo diez segundos habían pasado, diez segundos realmente eternos. Un toque cálido en mis labios me alertó que había bajado mis defensas, aquellas mismas que había mantenido por muchos años (sí, era demasiado joven cuando me «enamoré» por primera y única vez). Me sorprendí cuando me encontré a mí misma disfrutando de aquello pero aun así me permití disfrutarlo. 

Regie tomó la iniciativa así que movió sus labios con delicadeza causándome ligeros estremecimientos. Seguí resistiéndome en parte a aceptar el hecho de que, bueno, me estaba gustando esta situación.

Le besé lo mejor que la sorpresa y mi yo «odio-a-los-hombres» me permitía. Inconscientemente mi mano derecha se posó en su cuello acercándole más a mí ¿era demasiado atrevido? Bueno, ya le había besado, un toque más de atrevimiento no haría las cosas peores de lo que ya estaban.

Le daba un punto a Regie por hacerlo de manera tan experta ¡oh por dios! Ya estaba repasando mi límite.

Sentía la presencia de alguien cerca de mí así que me separé lentamente de Regie, abrimos los ojos al mismo tiempo. Una sonrisa deslumbrante se dibujó en su rostro.

Mire hacia la izquierda y vi al chico idiota parado mirándonos con una ridícula expresión de sorpresa.

― ¿Se te ofrece algo? ―Pregunté arqueando una ceja, no respondió.

El timbre que indicaba que la hora de comer había acabado sonó. Lentamente me levante de la mesa, Regie me imitó.

― ¿Nos vemos en la salida? ―Le pregunté con una sonrisa natural.

―Por supuesto ―El solo escucharlo aceleraba mi corazón. ¡Oh Jesús estaba perdida!

―Bien.

Sin pensarlo realmente me acerqué a él y le besé con suavidad, era claro que me había gustado la situación del beso pero no lo admitiría abiertamente.

―Hasta la salida ―Dije alejándome de ellos.

Durante el resto del día no pude sacarme de la cabeza a Regie. Comenzaba a sentir sensaciones extrañas en mi cuerpo cuando recordaba su rostro, sus manos, sus labios...

―Elena ―Me sobresalté.

―Hola ―Perfecto, ahora caminaba sin saber.

― ¿Qué te pareció la clase? ―Preguntó Regie.

Inevitable (El juego de Elena #1) [Editada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora