Capitulo 4: Peligroso acercamiento entre equipos opuestos

Începe de la început
                                    

― ¿Gustarme? ¡¿Tú?! ―Estallé en risas―. ¡Por favor! ―Respiré profundo para poder calmarme―. ¿Qué tipo de drogas tomas? ¿Cocaína, marihuana o qué?

―No te hagas la difícil, sé que te gusto desde el primer momento en que me viste.

― ¿Acaso no te has hecho un lavado mental últimamente o se te olvidó tomarte un medicamento para tu bipolaridad? ―Reí―. No eres tan llamativo ―Reí nuevamente―. Entiéndelo, sólo das lástima ―Me volteé para caminar hacia mi mesa.

― ¿Por qué insistes en ocultarlo?

― ¿Ocultar qué? ¿Mi desprecio por ti? No, ya te lo he demostrado.

―Admítelo, te gusto ―Con una profunda respiración me giré para verle de frente.

― ¿Te digo algo? Es muy patética tu actitud, buscando gustarle a alguien de esta manera ―Lo miré de pies a cabeza―. Pobre chico, no conoce otra manera de agradar, bueno, ni siquiera sabes dónde estás parado ―Y me fui dejándole de pie pensativo.

― ¿Por qué tardaste tanto? ―Preguntó mi padre al verme sentar.

Tuve que resolver algo sin importancia que me llevo más tiempo del que esperaba.

―Bien ―Continuamos nuestra cena con suma tranquilidad.

Al llegar a casa me dormí inmediatamente, no quería pensar en absolutamente nada, sabía que si me detenía a hacer un resumen de aquel día sería una pérdida del tiempo ya que aquel chico idiota ocuparía toda la conversación conmigo misma, lo cual no me convenía.

El día comenzó como cualquier otro... Monótono y aburrido. Al llegar al instituto me limité a escuchar música, trataba de relajarme y mentalizarme en que aquel día iba a ser tranquilo.

―Buenos días ―Escuché decir a lo lejos.

Abrí los ojos y me quité un audífono. Era Regie.

―Buenos días ―Le sonreí abiertamente. Aquel era el primer hombre que me simpatizaba a decir verdad.

―Así que escuchando música ―Se sentó a mi lado.

―Sí, ayuda a relajarme ―Guardé todo.

―Fue bastante valiente lo que hiciste ayer ―Reímos entre dientes ¿qué me estaba pasando?

―Gracias, a veces llevo la capa de heroína en mi bolso ―Reí.

―Una cosa muy importante estos días ―Lo miré fijamente sin decir nada―. ¿Tengo algo en la cara? ―Preguntó preocupado.

― ¡Oh no! Tu cara esta perfecta ―Aquello sonó extraño viniendo de mí. Inevitablemente me sonrojé―, quiero decir...

―Tranquila ―Me aseguró interrumpiéndome―, te entiendo ― ¿Acaso él logró ruborizarme? Tiene que ser una broma ¿Por qué sucedía aquello?

Ahora que lo notaba aquel chico era bastante atractivo, su piel era clara, su cabello castaño claro, ojos marrón claro, labios rellenos lo suficiente, eran simplemente perfectos. Su sonrisa era bastante hermosa, mostraba unos dientes perfectamente blancos, contextura delgada, se le veía que tenía buen gusto para vestirse, al parecer era todo un caballero, bastante educado. Un sentimiento extraño se posó en mi pecho al terminar mi escaneo de él.

―Elena ―Me llamó, volví a la realidad.

―Disculpa ―Miré hacia el estacionamiento―, y... ¿Tienes un auto? ―Pregunté tratando de entrar en un tema.

―Aun no ―Admitió―, espero tenerlo pronto llevo ahorrando mucho.

―Me parece genial ―Sonreí.

― ¿Y tú?

―Tampoco ―Hice un mueca―, pero no planeo tener uno pronto.

―Entiendo ―Me sonrió. De nuevo el extraño sentimiento.

― ¡Hola gruñona! ― ¡Oh por el amor de dios!

 ¡Perfecto! ―Se sentó a mi lado.

― ¿Qué hay? ―Lo odiaba tanto―. ¿Y tú qué? ―Le preguntó a Regie.

―Vete ―Le ordené.

― ¿Enojada tan temprano? ¡Vaya! Tú no descansas.

―Ya basta ―Le exigí levantándome de la banca―, es hora de que detengas tu juego ¡entiéndelo! No quiero nada contigo ¿en qué idioma debo decírtelo?

―Prueba con el francés ―Le lancé una mirada asesina.

Debía calmarme. Típico, él buscaba hacerme enojar para que luego no pudiera sacarlo de mis pensamientos. Del odio al amor hay solo un paso debía recordarlo.

―No hablo francés, sino encantada ―Le sonreí―. ¿Vamos Regie? ―Regie se levantó―. Adiós ―Me despedí con la mano.

― ¿Insoportable? ―Preguntó Regie con una gran sonrisa.

―No te imaginas cuánto.

Inevitable (El juego de Elena #1) [Editada]Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum