Rosas y un perdón.

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♡ songfic inspirado en Rosas, La oreja de Van Gogh.



Si le preguntan a JiMin, el diría que su historia de amor fue bastante rápida, en el momento en el cual cruzó miradas con Min YoonGi sintió esa sensación de mariposas y que todo alrededor de ellos se detenía.

Su mejor amigo Taehyung los presentó y desde ese momento no pararon de conversar, hablaron desde su infancia hasta el presente, compartiendo risas y experiencias; YoonGi le había pedido una cita y JiMin había aceptado. Acordaron en verse en una cafetería cerca de ambos, para mayor comodidad, aunque sinceramente a JiMin le hubiese encantado que se hubiese ofrecido a pasar a buscarlo.

Se reunieron en la tarde, se sentaron en una mesa con un gran ventanal, aprovechando una buena vista que el cielo les ofrecía. Esa misma tarde YoonGi le pidió un beso, que le fue concedido con gran alegría.
Esa fue la primera cita de muchas entre ellos, se dice que «tuvieron el récord del mundo en quererse»

Pasaron seis meses, y YoonGi le dijo adiós.

—Un placer coincidir en esta vida.

Ahí se quedó JiMin, con una mano en el corazón y en la otra excusas que ni él entendía... En la misma cafetería en donde todo había comenzado.

JiMin esperaba con la carita llena de lágrimas que YoonGi volviera, con rosas; mil rosas sólo para él, porque sabía que le encantaban esas cosas y no importaba si parecía muy tonto porque él era así. Aún parecía mentira la forma en que el azabache había desaparecido de su vida, aún así el rubio lo seguía esperando.

Pasaron meses, exactamente 3 desde lo ocurrido cuando JiMin ve desde su puesto de trabajo —ese mismo lugar tan importante— una figura conocida para él, pero no iba solo; rezó con todas sus fuerzas para que no entraran pero la suerte no estaba de su lado.

—Hey, JiMin, ¿Estás bien? —su compañero, Jin, había preguntado al verlo tenso.

—Estoy bien hyung. ¿Podría cambiarte de lugar un momento?

—Lo siento, pero el jefe dijo que hoy me tocaba la caja y a tí atender.

JiMin había suspirado, secó sus manos en el uniforme que se le había dado y caminó a pasos firmes hasta la mesa. Sin mirar a la pareja sacó una pequeña libreta y tomó firmemente el lápiz.

—Buenas tardes ¿Qué se les ofrece?

Sólo por cordialidad, levantó la mirada hacia la acompañante de su ex, esperando por una respuesta. Ella le había sonreído amablemente y había indicado su orden, pero aún faltaba la de YoonGi.

—Oppa, ¿Que ordenarás?

Bastó eso para que el rubio levantara la mirada para mirar al que había sido su amado, mantuvieron contacto visual hasta que YoonGi prefirió mirar a los ojos azules que estaban a su lado.

—Se me quitó el apetito, sólo pediré un café negro.

A JiMin se le formó un nudo en el estómago, sabiendo que había provocado un malestar en el pálido.

Tras una pequeña reverencia huyó a la cocina, en donde le pasó el pedido a NamJoon. Parpadeó rápidamente para que ninguna lágrima cayera de sus ojos, ya no quería llorar más por Min YoonGi. Su teléfono vibró y aprovechando la espera lo sacó rápidamente.

"🐯: Estoy afuera de tu trabajo, ¡Te espero para irnos a casa!"

Era lo que menos quería, su mejor amigo había adquirido un cierto odio hacia YoonGi debido a que le había roto el corazón a su querido Mochi. Si ellos se ven, provocaría un desastre. JiMin comenzó a ponerse nervioso pero supo que tenía que ocultarlo para que nadie lo notara o comenzarían las preguntas. Un llamado lo sacó de sus pensamientos.

—¡JiMin! Llevo minutos avisándote que está listo.

—Lo siento NamJoon hyung. Estoy un poco distraído.

—Noté eso, queda poco para tu salida por lo que te pido que te concentres.

—Ya, NamJoon, no seas duro con él, debe tener alguna razón para estar así. —salió Jin en su defensa.

Para evitar escuchar una discusión JiMin tomó la orden y con cuidado caminó hasta la mesa, dejando cada pedido frente su correspondiente. Estaba por voltearse cuando una mano en su antebrazo lo impidió, conocía ese contacto e inmediatamente se soltó.

—¿Ocurre algo?

YoonGi abrió la boca para contestar pero un grito interrumpió.

—¡JiMin tu turno acaba de terminar y no quiero esperar más!

El rubio se despidió nerviosamente de la mesa y sin mirar atrás encaminó a donde estaba su mejor amigo, despidiéndose de sus compañeros, agarró a Taehyung de la mano para tirarlo hacia la puerta. Por suerte, no salió a flote el tema de YoonGi, asumió que en ningún momento lo había visto y se dedicó a escuchar las quejas de su compañero de departamento por el resto del camino.

Era viernes y JiMin se encontraba en una pequeña plaza frente a su hogar, estaba totalmente vacío salvo por él, pero no le importó, por el contrario... se sentía aliviado. Cierta persona no dejaba de rondar por su mente y no hallaba forma de sacarla, subió las rodillas a la altura de su pecho y abrazó sus piernas mientras soltaba un suspiro que salía de lo más profundo de su alma, se sentía cansado emocionalmente. De pronto sintió su carita empapada, había vuelto a llorar. Llevó sus pequeñas manos echas un puño a sus ojos y un lastimero sollozo salió de él; de nuevo fantaseaba con que el pálido volviera hacia él.

Unos pasos se sintieron y JiMin se cohibió, de pronto una sombra estuvo frente a él y no tuvo más remedio que mirarlo, sorprendiéndose en el acto.

Min Yoongi tenía un gigantezco ramo de rosas rojas, exactamente mil rosas, y sólo para él.

Entre amor y drabbles.Where stories live. Discover now