Sasuke observo a cierta pelirrosa tocar su estómago con lentitud, sonrió inconscientemente ante aquél acto. Dos semanas habían pasado desde que se enteraron del embarazo, ellos no eran la misma pareja de antes pero por alguna razón no habían terminado, por más que Sakura afirmaba que era por el embarazo sabía muy bien que no podía separarse del ojionix, Sasuke intentó miles de veces explicarle que lo de la infidelidad sólo fue producto de un engaño y borrachera la pelirrosa no lo dejaba tocarla más bien se lo había "perdonado". En el último tiempo esta se quedaba más horas de lo normal en la casa de los Uchihas, no podía mirarles las caras a sus padres sabiendo que estaba embarazada, tenía vergüenza de ella misma. En una semana más sería su cumpleaños 16, creía que ahí sería el momento más oportuno para confesar su embarazo. Por otra parte Sasuke no sabía cómo iban a reaccionar sus parientes aunque no dudaba que lo aceptarían y se pondrían felices al final de todo para ellos Sakura era como de la familia, además sus padres querían tener nietos.
Sasuke rápidamente bajo a la cocina por aquel alimento. No estaba seguro del porque Sakura de repente quería comer esos dulces pero al ver la reacción que tuvo podía pensar que era uno se sus primeros antojos de los cuales muchas embarazadas hablaban. Si se pondría histérica cada vez que quiera algo lo volvería loco, aunque se lo mereciera. Saco un plato para poner los dangos allí cuando sintió que se los arrebataron de las manos.
-¿Qué haces con MIS dangos?- pregunto el mayor azabache con los dangos en la mano.
-Son para Sakura- intento tomarlos pero Itachi se lo impidió.
-A ellas no le gusta- dijo confundido.
-Pero ahora quiero comerlos- volvió a intentar falló nuevamente.
-¿Por qué? - pregunto curioso.
-Porque si- contestó un poco irritado.
-¿Por qué si? Eso no es una respuesta.
-Dame los dangos, Itachi. Sakura se pondrá más histérica de lo que está.
-¿Por qué? - pregunto con una sonrisa al ver como el azabache menor se irritaba por completo.
-¡Porque tiene un antojo, maldición Itachi- se cabreo este y le quitó los dangos de la mano.
El ojionix mayor se quedó sin habla por varios segundos, luego reaccionó al ver como Sasuke se estaba llevando todos sus dulces.
-¿Itachi?
-¿Está embarazada? - pregunto todavía en shock.
-No me molestes- dijo sin querer escuchar el sermón de su hermano.
-Siempre pensé que tu pequeño amigo nunca podría embarazar a alguien- se burló y no pudo contener su carcajada al ver como Sasuke se ponía rojo, de la ira o de la vergüenza.
-¡Eres un...
-¡Sasukee!- llamo una voz chillona desde el segundo piso.
- Parece que te buscan, tonto hermano menor- despeino el cabello de este- luego hablaremos- dijo un poco más serio.
-Tsk.
[...]
-¿Por qué tardaste tanto? - pregunto la pelirrosa tomando el plato y comiendo un dangos rápidamente.
-Me cruce con Itachi, y como los dangos son suyos tuvimos un artecado.
-Oh- dijo sacando el palillo de su boca- ¿todo bien?
-Hmp.
-¿Le dijiste algo?- la ojijade lo miro dudosa.
-Bueno, etto...
-¡Sasuke!- grito- Se lo íbamos a decir en un mes.
-¡Deja de gritarme! Es mi hermano, no dirá nada. Mierda Sakura, estas muy pesada.
El azabache soltó un suspiro frustrado, él también estaba nervioso por el embarazo y no por eso le estaba gritando o maltratando. Las hormonas de ella lo estaban sacando de quicio. Iba a volver a recriminarle cuando observo que Sakura estaba llorando cabizbaja, la miro confundida.
-P-perdón, Sasuke. Estoy muy abortada y no se muy bien por qué.
Su voz estaba apagada, el ojionix se insulto interiormente. Se acercó a está y la abrazo. Se había comportado como un verdadero idiota, Sakura estaba en sus primeras semanas de embarazo, evidentemente iba a tener esos cambios de humor insoportables. Beso la coronilla de su novia y acarició la espalda de la misma con ternura. Iban a tener unos largos 9 meses.
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