Esas palabras rondaban por la cabeza de Sasuke hace más de una hora. Se había ido de la casa de su amigo más histérico que nunca, no sabía por qué ella estaba en su casa,mucho menos por qué preguntaba de él después de todo lo que vivieron, de como ella le rompió el corazón y como se fue sin ningún tipo de remordimiento, dejándolo más destrozado que nunca. Estaba seguro que no quería verla, no. Ella le daba asco y repulsión pero algo dentro de él deseaba por lo menos saber que quería, él no la odiaba por más que quisiera hacerlo la había amado y a pesar de que le haya roto el corazón no podía hacerlo. Decidió ir, enfrentarla, él ya no era aquel chico que ella había conocido era distinto por completo.
Aparcó su vehículo, bajo sintiendo un gran nudo en el medio del pecho, sin dudas este asunto lo ponía más que nervioso. Tomo la perilla girándola lentamente como si fuera una tortura entrar ahí y la verdad que él lo sentía así. Entro, allí se encontraba su hermano mayor que con una mirada seria señaló las escaleras dándole a entender que ella estaba en su habitación. Rápidamente subió pero antes de llegar la encontró, estaba más alta de lo que recordaba, sus ojos violetas lo miraban fijamente con un brillo especial. Se había quedado perpleja sintiendo algo extraño en los más profundo de él, pero el acto de ella lo dejo sin hablar; lo había abrazado fuertemente, Sasuke pudo sentir como su camiseta se mojaba en la parte de su hombro Shion estaba llorando.
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—Sasuke, te extrañe - dijo en un sollozo.
—Shion...- quedó inmóvil, no la abrazaba pero tampoco hacia mucho para apartarla.
—Oh por Dios, cambiaste mucho.
Tocó la cara de este luego de deshacer el "incómodo" abrazo, sin saber porque el azabache no le desagrado del todo aquel acto. La tomo del brazo y la llevo a su habitación, una vez allí la miró con desprecio o eso creía.
—¿Qué quieres aquí?- hablo nervioso.
—Regrese por ti, Sasuke. No sabes cuánto sufrí- intento acercarse para volver a abrazarlo pero este la aparto bruscamente.
—¿Sufrir? ¿Tú?- río cínicamente - eres una basura, no tendrías ni que estar aquí - escupió con desprecio.
—¿Por qué me dices eso?- la castaña se sorprendió, él Sasuke que ella conocía nunca le diría algo así- se que cometí un error pero ahora estoy aquí, por ti- le sonrió y el ojos ónix se quedó mudo.
¿Volvió por él? ¿Tan cínica era? O ¿De verdad todavía ella lo amaba? Sus dudas lo estaban torturando, no entendía absolutamente nada, no entendía porque se sentía tal raro cuando estaba con ella, pero sus pensamientos se vieron afectados cuando a los lejos pudo observar en su mesa de luz un cuadro de su novia pelirosa sonriendo. No sabía que le pasaba pero no le interesa, ella lo había engañado además de luego irse y abandonarlo. Giro su vista a la ojilila.
