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Logan

Mi sueño se había hecho realidad. Scherlott estaba aquí.
No quería soltarla, quería estar entre sus brazos toda la eternidad, ese era mi nuevo sueño. Scherlott sentía lo mismo que yo, eso era inesperado y placentero, me gusto mucho dijera que me amada, lo que no me gusto fue lo que paso los días siguientes. Yo aún estudiaba, estoy en el primer semestre de universidad, así que como seguía asistiendo a la universidad. Scherlott me acompañada y iba por mi, en un auto súper lujoso lo cual llamaba la atención de todos en la universidad. Además de eso descubrí en solo semanas el lado posesivo y celoso de Scherlott. Yo era un chico universitario normal y como tal tenía amigas, lo cuál no le gustaba para nada a Scherlott, algunas veces me divertían sus celos pero otras me molestaban bastante.

—¿Quién es ella? —, pregunta terminando de abrochar el cinturón de seguridad.

—Una amiga—, digo haciendo lo mismo.

Se queda callada y comienza a conducir.

—No me gusta—, dice después de unos cuantos minutos.

—¿Por qué? Sólo es una amiga. Y a mi me cae muy bien—, intento explicarle.

—Pues no me gustan tus amistades—, dice, enojada sin mirarme.

—Pues a mi si. —Le contesto.

—Deja de hablarle —, me dice firme.

Me sorprendo por lo celosa que puede llegar a ser.

—No, es mi amiga, Scherlott, ¿estas celosa?

—¿Yo? ¿Celosa? Claro que no, solo...H-has lo que te digo—, se lo  nerviosa.

Nunca quiere admitir sus celos.

Eso me divierte.

Scherlott

¿Celosa, yo? ¡Jamás! Por mi orgullo deje el tema por la paz.

Bajamos de mi auto entramos a la mansión. Después de que Logan confesó que estaba enamorado de mi me dijo que había discutido con su tío, así que decidí que se quedaría conmigo como hace tres años. Le explique la razón por la que me alejé de él y por la que regrese y acordamos que lo dejaría ir a su dichosa universidad con la condición de que yo fuera quien lo llevara y trajera, él acepto, y pude darme cuenta de las muchas niñitas que se la acercan. 
Por si se lo preguntaban no estoy celosa. Solo lo protejo.

—¿Tienes hambre?—, le pregunto, dejando mi bolso en un buró de la sala.

—Un poco—, me dice haciendo lo mismo con su mochila.

—¿Quieres salir a comer?

—Sí... responde inseguro—. ¿Es una cita?—, pregunta tímido y sonrojado, yo sonrío.

—Sí. Es una cita, arréglate que en una hora salimos.

Subo a mi habitación, él se cambiara en otra, le orden a la servidumbre de que traigan todo lo que necesita y se lo lleven.

Una cita con Logan, ¡que emoción!

𝕽𝖊𝖎𝖓𝖆 𝕸𝖆𝖋𝖎𝖆Where stories live. Discover now