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S E C U E S T R A D O

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S E C U E S T R A D O

La oscuridad lo inundó. Sus oídos sólo podían captar una charla en voz baja, «murmullos», se dijo.
Abrió los ojos lentamente esperando ser cegado por la luz pero no fue así, en su lugar un golpe impacto su rostro, el dolor fue tal que cayó inconsciente.

-Haz hecho un buen trabajo- sus ojos trataban de abrirse al escuchar la plática de dos personas: dos hombres.

-Sí, nos hará ganar mucho dinero-, está vez fue otra voz la que pudo distinguir.

Con el dolor latente en su rostro, por el anterior golpe, fue abriendo lentamente los ojos. Dos rostros, completamente desconocidos, fue lo primero que vió. Totalmente confundido comenzó a examinar el lugar; estaba en una esquina de una habitación totalmente oscura, sólo podía distinguir los rostro gracias a una tenue luz que provenía de un pequeño foco que colgaba del techo, en ese momento se preguntó: "¿Dónde estoy?".

-¿Así que tú eres el pequeño Logan?-, el murmullo de aquel hombre hizo que su atención vuelva a ellos.

-¿Cómo lo sabés?-, dudó el chico asustado.

-Yo lo sé todo, Logan Parker, todo -, enfatizó, aquel asqueroso hombre. En ese momento un fuerte dolor se instaló en él, no se había percatado de que el otro hombre se le había acercado e inyectado una sustancia desconocida en su cuello.
Logan cayó inconsciente en el suelo, nuevamente.

-¿Podemos detenernos un momento? -, susurró en tono bajo pero debido al silencio se escuchó a la perfección

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-¿Podemos detenernos un momento? -, susurró en tono bajo pero debido al silencio se escuchó a la perfección.

-Como usted ordene -, respondió el conductor de la elegante Suburban plateada. La rubia bajó sus lentes negros a sus perfectos ojos azules. El trasporte se detuvo, a petición de la rubia, frente un resplandeciente casino, uno de tantos en la zona que aún con el anochecer trabajan. Y como no, a esas horas la gente inundaba el lugar.

-¿Desea que baje junto a usted? -, preguntó servicial su subordinado. La ojiazul negó y con elegancia y porte bajó imponiendo autoridad en el lugar. Llamando las miradas a su persona. Su vestido negro lucia a su medida resaltando sus curvas, definitivamente su pelo rubio le daba un toque fascinante de estilo. La perfecta combinación de elegancia y poder.

𝕽𝖊𝖎𝖓𝖆 𝕸𝖆𝖋𝖎𝖆Where stories live. Discover now