capítulo 31- el amor de Vic

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El duelo por la partida de Vic y Mike había sido realmente duro para sus padres, la forma en la que los encontraron era algo realmente doloroso, realmente no sabían porque sus hijos estaban en un auto robado, porque cargaban armas y porque tuvieron que irse... todo era una gran incógnita, una dolorosa incógnita.

Jaime lamentaba mucho haber peleado con Vic ya que por un capricho no pudo pasar los últimos momentos a su lado, y era realmente horrible, él amaba a Vic y ahora debía llevar su luto solo preguntándose si pudo haber hecho las cosas mejor en un pasado.

Lee se había llevado a Tony a Inglaterra, necesitaba distraerlo así que la mejor idea que se le ocurrió fue darle todos los gustos que quisiera... sabía que nada material reemplazaría a su mejor amigo pero intentaría hacerlo sobrellevar todo de la mejor forma, incluso se la pasaba hablándole todo el tiempo, había descubierto que Tony tocaba la guitarra al igual que él así que no dejaba de hablarle de música y Tony sonreía por eso porque sabía que Lee se estaba esforzando por hacerlo sentir mejor.

El problema con el luto eran los novios de Vic, habían pasado dos semana juntos encerrados en el departamento de Oliver y lo estaban sobrellevando muy mal.

Oliver sabía que Kellin estaba embarazado porque sus amigos se lo habían contado el mismo día que había vuelto, pero aún así no se ocupaba de él, sentía tanto dolor que ni siquiera se ocupaba de alimentarse o higienizarse a si mismo, no le importaba, se la pasaba tumbado en el sofá mirando las películas de Vic.

Kellin sentía el dolor que cargaba Oliver y mezclado con el suyo se multiplicaba por diez así que a penas se movía para ir al baño, tampoco se ocupaba de alimentarse por lo tanto había adelgazado varios kilos, ponía en riesgo su embarazo y su propia vida.

Se estaban abandonando el uno al otro al igual que a si mismos.

Había pasado otra tarde para Oliver mientras bebía una botella de whisky y miraba las películas de Star Wars, y cuando terminó otra vez se sumergió en su dolor dejando caer un par de lágrimas recordando a su novio.

En todo ese tiempo Oliver no había tenido el valor de leer la carta que le había dejado Vic, aún la cargaba consigo todo el tiempo pero no quería leerla aún, esas eran las últimas palabras que había dejado Vic para él y no quería que se escaparan rápidamente, aún quería conservarlo así.

Mientras tanto Kellin leía su carta una y otra vez, la carta decía:

Amor:

Sé que últimamente estoy muy ocupado y casi no he tenido tiempo de estar junto a ustedes así que pronto los recompensaré.

También quería decirte que te he notado más sensible y si es lo que sospecho que es vas a hacerme el hombre más feliz del mundo porque sé que Oliver y yo seremos perfectos para formar una hermosa familia para ti, te amo demasiado aunque te diga que estás redondo y que en cualquier momento nos vas a aplastar.

Te amo demasiado.
Tu novio, Vic.

...Y tras terminar de leer otra vez su tristeza se multiplicó logrando que unas pequeñas lágrimas se deslicen por sus mejillas, había llorado demasiado y ya casi no tenía más lágrimas por derramar pero el amargo pesar de su tristeza lograba que la atmósfera sea deprimente así que cada vez que Oliver cobraba fuerzas para levantarse y hacer algo por él mismo Kellin volvía a sentirse peor compartiendo su amargura con el castaño y volvía arrastrarlo hacia abajo por el lazo que compartían.

El castaño estaba harto de escuchar los llantos de su novio y sentirse ahogado por el dolor que desprendía de sus poros pero estaba más harto de sentirse tan mal y no se detenía a pensar en que diría Vic en ese momento o en que haría, sabía por demás que el moreno era una persona fuerte y que quizás él habría acompañado mucho mejor a Kellin.

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