Capítulo 25

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Capítulo 25

Jules seguía en su forma animal cuando el enorme lobo negro de su Alpha se abrió paso hasta él. No muy lejos vio a Less y agachó las orejas cuando comprendió que iba a ser reprendido de nuevo por adentrarse solo en el bosque. Fue el Beta el que cambió a su forma humana.

"-Qué diablos Jules! Dejé muy claro que no te quería merodeando por ahí solo. Has visto siquiera dónde estás? Esos árboles son el límite del territorio." -Less señaló la línea de árboles a menos de cinco metros de donde estaban.

"-Lo recuerdas verdad? El Alpha acotó el territorio, lo de ahí delante ya no nos pertenece y es peligroso. Quieres que te disparen? Qué te cacen los humanos y experimenten contigo?" -Less estaba enfadado y Jules bajó la cabeza aceptando el regaño.

Sabía que estaba desobedeciendo a su Alpha, pero ellos no entendían. No entendían que correr era lo único que podía hacer para no enloquecer. No podía estar en la casa, no con el humano cerca. Olía tan bien, que no podía evitar desearle de formas que no debería ni siquiera imaginar.

Tener que ver a Dom y Cam unidos como una pareja, iba en contra de todo lo que le habían enseñado. Sin duda su padre lo desaprobaría. Él había sido educado por un hombre estricto, le había inculcado sus valores y su código moral... toda su vida la había vivido bajo esas normas y no podía cambiar eso de la noche ala mañana. Pero lo intentaba, lo estaba intentando.

Aun lidiaba con que su Alpha, el hombre que admiraba y respetaba, también deseara estar en una relación de ese tipo con el omega. El hecho que fuera un omega hombre ya era suficientemente malo. Su padre le educó en la creencia que la diosa los traía al mundo para probar la voluntad de los padres que debían eliminarlos. Así de simple. Una prueba o un castigo para que los padres demostraran su lealtad a la manada. Debían morir porque eran un lastre para todos. Eran débiles, inservibles y una deshonra para las familias...

Su padre le explicó lo que algunas manadas hacían con los omegas. Esa era la prueba de que eran el instrumento de la perversión para los que se alejaban del camino de la diosa y todos ellos, omegas y los que yacían con ellos, merecían ser castigados por sus ofensas.

Las lecciones de su padre habían echado raíces profundas en su interior y sin embargo, cuando recordaba el día que atacaron la casa, sentía que había algo mal en las palabras de su padre. El omega le salvó la vida. No dudó en atacar a un lobo contra el que no tenía posibilidades para ayudarle. Eso fue imprudente pero valiente y probablemente estaba vivo gracias a eso.

También podía ver el cambio en su Alpha. El hombre estaba a un paso de la sed de sangre, su conciencia perdiéndose rápidamente en su lobo. Todos sabían que no iba a durar mucho más... hasta que llegó Micah y todo se detuvo. Incluso ahora, rodeados de enemigos y bajo una gran tensión, su Alpha estaba en control... así que su padre no podía estar en lo cierto. Los omegas hombre no eran inútiles, no eran inservibles y sobretodo no eran débiles. Si su padre se equivocó en eso tal vez... también errase en todo lo demás...

"Hijo, crees que la naturaleza uniría a dos hombres o dos mujeres de esa forma? Como sería eso natural? No nacerá nada de esa unión. Eso es perversión. La oscuridad tiene formas de corromper tu espíritu y no dudes que esas relaciones impías son una de ellas. Es traer la vergüenza sobre ellos mismos y apartarse del camino de la diosa."

Las palabras de su padre resonaban en su cabeza. El hombre lo había sido todo para él desde que su madre murió siendo él un cachorro. Su recuerdo era tan grande como la vida. No podía simplemente darle la espalda y traicionarle de esa forma, así que no... el no podía aceptar lo que el humano le hacía desear... No solo eso, tenía que ver como el humano miraba al ejecutor, como su olor se espesaba cuando el rubio estaba cerca... lo odiaba. Odiaba ver como le tocaba y tarde o temprano no podría contener a su lobo y cometería una locura. Eso estaba terriblemente mal porque no tenía una oportunidad contra el segundo ejecutor, y entonces qué? El destierro? La muerte?... no podía poner su vida en juego por una perversión sin sentido.

ManadaWhere stories live. Discover now