Capítulo 5

448 33 4
                                    

A la mañana siguiente estábamos en el lago Hourglass, Camila se encontraba explorando el lugar, mientras que Alejandro me pidió que lo acompañara al muelle.

-Oye Lauren, quería hablarte sobre Kaki- Lo miré algo preocupada, cualquier cosa podría pasar- Ella irá luego del campamento de verano a un buen colegio, un internado con una estricta disciplina y algo de férrea instrucción religiosa. Me preocupa su comportamiento y le prometí a mi esposa que la educaría muy bien- Yo lo miraba con el ceño fruncido, no quería a mi Camz lejos, no, definitivamente no la quería lejos. Ella era la luz de mi vida.

Al volver del lago, Alejandro habló con Camila del internado, la casa se convirtió en un tornado.

-¡No iré!-

Alejandro cortaba pacientemente las etiquetas para identificar la ropa de Camila. - Quiero todas estas etiquetas cosidas en tu ropa para mañana.- Creo que estaba exagerando y todo estaba pasando demasiado rápido.

-¡No quiero ir!- Camila suspiro y se dejó caer en su cama.

-No creo haberte pedido tu opinión Camila.

-No quiero ir y no puedes obligarme.

-Mira, todos pensamos que es buena idea, Lauren piensa que es buena idea... -¡mentira!- Yo pienso que es buena idea y vas a ir.

Camila se levantó, camino hasta donde yo estaba... -¡Traidora!- y me golpeó con su muñeca. Auch.

Finamente Camila había hecho su maleta, a las malas.

-Te pedí que pusieras esa maleta en el auto hace una hora- caminaban hacia el auto- Dinah gracias por venir a ayudar a esta pobre niña. ¡Camila te dije que pusieras el cesto del almuerzo en el asiento trasero!- creo que todo el pueblo se enteraba de las discusiones de ese par.

-¿Por que siempre me dices todo lo que tengo que hacer? Y no pienso comer eso.

Alejandro ya estaba dentro del auto- de acuerdo, vámonos.

-Adiós Dinah.

-Adiós Mila, pórtate bien, te voy a extrañar- todo era tan emotivo las dos niñas abrazándose y yo volviéndome loca observando todo desde la ventana.

- Camila vámonos, súbete al auto- exigía Alejandro. Mi Camz ya estaba dentro pero pareció recordar algo y salió, más bien corrió. -¿y ahora que? ¡Esa niña!

Me paré a esperarla, por lo menos quería abrazarla antes de no verla más. Camila corrió por las escaleras, no estaba preparada para lo siguiente.

Saltó sobre mi, rodeó con sus piernas mi cintura y me abrazó, luego me miró y me besó. La bese de vuelta y la sujete con fuerza era un momento mágico. Nos separamos y nos vimos fijamente. Camila sonrió de la manera más inocente que pudo haberlo hecho. Me soltó y volvió a correr. No quería soltarla, no quería que se fuera, quería volver a tenerla en mis brazos besar sus labios y abrazarla con fuerza. Cerré los ojos, cuando reaccioné corrí hasta la ventana y la vi alejarse en el auto.

Yo estaba perdida, no lograba reaccionar, la pequeña Camila me había besado, pero también se había ido. Lo siguiente que hice fue entrar a su habitación abrí su armario y me lancé sobre sus vestidos, quería sentirla cerca.

-¡Señora Jauregui!- escuché a una chica gritar -estas malditas escaleras van a matarme- se quejaba- ¡Señora Jauregui!- Me levante rápidamente -¿Señora Jauregui?- y fui hacia ella. -Tengo algo para usted- Me vió dudando.

-Ah, si...- Era la amiga de Camila, me entregó una nota.

-Me voy... - comenzó a bajar las escaleras -¿Que diablos hacia ahí? Mila tenía razón... está loca.

En mis brazos   -  [CAMREN]Where stories live. Discover now