"Buenas tardes, ¿en qué puedo ayudarlas?" Preguntó una mujer elegantemente vestida, regalándonos una amable sonrisa.

"Mi amiga quiere probarse ese vestido."

"¿Qué? Dinah, aguarda, yo-"

"Seguro, ese es el principal de la nueva colección. Ninguna otra de nuestras franquicias lo tiene aún y no llegará hasta dentro de unos meses." Se dirigió al maniquí, contoneándose felizmente. "Pueden ir hacia la zona de los probadores, estaré ahí enseguida." La rubia a mi lado se giró y me dio una sonrisa de oreja a oreja, triunfante.

"Esto no es una buena idea, s-se ve costoso."

"No caeré con eso, Mila, sé que tienes dinero suficiente para pagar diez vestidos iguales." Estaba en lo cierto, pero aquel era uno realmente precioso, me daba miedo siquiera verlo e imaginar que no me quedase, que no fuese el vestido correcto.

La mujer regresó trayendo en sus manos una larga funda negra con cierre, el nombre de la marca resaltaba en letra imprenta color dorado. La abrió, revelando el alucinante vestido.

"Todo suyo, pueden pedir otros talles si lo desean, o podría prestarles algunos accesorios para que puedan darse una idea de cómo se vería." Dinah asintió vehementemente, empujándome dentro del probador. Una vez que la cortina se cerró, las dos entablaron una conversación que no llegué a oír con la música de fondo. Bufando, me quité la ropa y me cambié, rezando por no pasar un mal momento en público, menos a causa de algo tan banal.

"Hm." Aclaré la garganta cuando estuve lista, entrelazando mis manos por delante como un nervioso hábito. La tela que separaba el probador del resto del lugar fue apartada, y al instante, escuché jadeos. Dinah se tapaba la boca, abierta de par en par, mientras que a la mujer con el nombre 'Caroline' en su plaquita se le estiraba la sonrisa. "¿C-cómo me veo?"

"Date la vuelta." Susurró mi amiga con un hilo de voz. Temerosas, mis piernas temblaron. ¿Y si no lucía bien en mí? ¿Y si me veía gorda en él? ¿Y si no era el adecuado para el estilo de figura que yo tenía? Con todas esas incógnitas y más, cerré los ojos y me volteé, pero no fui lo suficientemente ágil, por lo que al llegar a pispear ligeramente, luego necesité más. Contuve la respiración, incapaz de creer lo que me devolvía el reflejo de aquel espejo de cuerpo completo.

"¡Magnífico, sensacional! Te ves impecable, querida." Sin duda, le otorgaba la razón a la simpática mujer. Dinah aplaudió contenta, dando un brinquito.

"Se lo lleva. Ponga los zapatos en la misma bolsa, por favor." No lograba mover mis ojos de la prenda, ahora mía. Una burbujeante sensación de alegría me invadió, haciéndome sonreírle conforme a la radiante Camila frente a mí.

-

Bajé del coche de Dinah y agité mi mano en su dirección. "¡Acuérdate de llevar un traje de baño mañana, Hailee dice que el equipo planea sacar la manguera en el tercer receso y preparar todo!" Avisó desde su asiento, arrancando el motor nuevamente.

"¡Lo haré!" Me guiñó un ojo y condujo, haciendo su clásica vuelta ilegal en 'U'.

El lavado de autos era mañana, todo el instituto estaba deseoso de presenciar a las chicas del equipo de softball y las porristas, con tops y camisetas mojadas. Por supuesto, yo no disfrutaría tanto de que otras miraran lujuriosamente o con ojos acorazonados a Lauren mientras ella les enjabonaba el auto, pero la ocurrencia había sido de Barbara, para sumar a lo recaudado en el festival. Era una buena causa, y yo no quería negarle la participación a mi siempre tan bondadosa novia, que además de amar el deporte, amaba los vehículos, fueran de dos o cuatro ruedas.

Sweet Hell (Camren G!P)Where stories live. Discover now