#TREINA Y DOS.

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- Si me asesinase no podría darle estas donas glaseadas con relleno de crema con una pizca de canela. Edición especial para mi futura esposa.

Abro mis ojos de par en par, esta mañana había tenido uno de esos antojos imposibles y raros.

Y el imbécil fue a complacerme, por eso tardó tanto. No me hago del rogar y arrebato esas donas glaseadas.

Oh manjar de los dioses.

- Te amo mi maldito imbécil - Sonrió con la boca llena.

Lo admito, no puedo ser cursi sin decir alguna ofensa. Es que pierdo mi estilo.

- También la amo Sra Vahamonde.


(***)

- No puedo creer que me eligieras a mí en vez del padre de Nay para llevarte hasta el altar.- Casi podía ver las lágrimas de Nick.

Lo abracé y besé su mejilla.

- Eres mi hermano, eres mi familia Nick.

Caminamos juntos hasta las grandes puertas de la iglesia.

Las luciérnagas tenían una preciosa sonrisa mientras caminaban con sus cestos con flores.

Casey se acercó a mí con paso lento, pero seguro.

- Lara, gracias por aceptar ser nuestra mami. -Abrazó mis piernas.

- Oh linda, lo aceptaría toda mi vida de ser necesario. -La abracé de vuelta.

- Se que harás feliz a papá, tú nos complementas a todos mamá. - Darice también se unió al abrazo.

Todas las personas de mi pasado estaban allí, mi pequeña sobrina Tara con Joey y su enfadoso hermano, la familia de Nay que no les importaba decir que también yo era hija suya. Nay y Chris tomados de las manos y sonriendo tal parece que la princesa del hielo encontró quien la derrita, y también estaba Eileen Coppola mejor conocida como la princesa del sarcasmo, con los labios cerrados, pero sonriendo mientras me dirigía al altar.

Los que son parte de mi vida estaban aquí mirándome caminar feliz hacia el hombre que era mi soporte ante mi torpeza.

Y yo como toda embarazada lloré hasta llegar a Killian quien me sostuvo cuando casi tropezaba cuando Nick me soltó la mano, pero ahí estaba el amor de mi vida agarrándome fuerte.

Entonces sonreí sin poder evitarlo, el me veía como nunca imaginé a alguien mirándome.

En toda la ceremonia no pude quitarle los ojos de encima a Killian, mi corazón latía tan fuerte que temí que se saliera.

- Lara Bell, prometo cuidarte, amarte y respetarte hasta que la muerte nos separe. Y creo que ni ella pueda separarnos porque yo te buscaría por todos los tiempos. Te amo como sé que nunca amaré a nadie más, simplemente lo quiero todo contigo, Acepto totalmente ser tu esposo.

Mi sonrisa era más grande que el gato de Alicia en el país de las maravillas.

- Sabia que debía practicar más para superarte en esto de los discursos románticos. -- Todos soltaron carcajadas. - Jamás había sentido todo lo que solamente tu provocas en mí, nunca me había enamorado de alguien tan malditamente imbécil como lo eres tú. -- Ambos sonreímos - Y sé que nunca más me volveré a enamorar más que de ti, una y otra vez. Todos los días por el resto de mi vida. Acepto ser tu esposa, prometo amarte, cuidarte y respetarte en las buenas y en las malas. - él me siguió al unísono. - en la salud y en la enfermedad hasta que la muerte nos separe.

Killian limpió unas lágrimas que había dejado salir, a veces se ponía hormonal también.

- Puede besar a la nov- no dejé que el padre terminara cuando me lancé a los brazos de mi ahora esposo y estampé mis labios con los suyos.

Mi ahora lugar favorito, mi hogar.

- O al novio- termino, y todos aplaudieron.

- Estoy muy enamorada. - me separé un poco de él, mientras sostenía mi cintura. - Estoy muy enamorada de un maldito imbécil con hermosos ojos aceituna.

Sonrió de lado y besó mis labios.

- Estoy enamorado, de una descolocada abogada y hermosa mujer. Que puede volverme loco y cuerdo a la vez. - Nos besamos de nuevo para después salir de la iglesia.

- ¿Y ahora qué pasará? - pregunté mientras tomaba su mano.

- Pasará lo correcto para nosotros, pero por ahora los dejaremos a ellos con la fiesta porque mi esposa y yo nos iremos a una isla en el caribe a pasar nuestra luna de miel.

- Eso me parece descabellado y perfecto. - Arrancó el auto y tomé su mano libre y entrelacé nuestros dedos.

- Tu eres perfecta. - sonrió y yo rodé los ojos, pero fue inevitable no soltar una risilla

- Esto es muy cliché. - él me enseñó la lengua y reímos.

- De acuerdo, para no hacerlo tan cliché. Hay que pasar a McDonald's antes y comer unas hamburguesas antes de tomar el avión.

- Eso si se ajusta más a nosotros.

Besé sus labios antes de que condujera de nuevo hacia nuestra nueva vida.

Una vida juntos.








El casi...

FIN.

















Se despide con un saludo militar ( que no me salió debo admitir)

Alexa C.V

MI JEFE ES UN PERFECTO Imbécil.|COMPLETA|Onde as histórias ganham vida. Descobre agora