—¿Podrías explicarme? Porque no comprendo nada. —pedí, tratando de calmar mis nervios.

Esto no era parte del plan.

—Decidí sacar a todos del plan, los despedí por así decirlo. —se encogió de hombros. —Es mejor así.

—¿Por qué? —cerré los ojos con fuerza. Debía calmarme ahora. —No tiene sentido, ellos estaban luchando por ti.

—Alguien me ha estado traicionando, Cassandra. —se limitó a responder.

—Creí que los ibas a ejecutar. —murmuré confundida.

—Lo sé. —me dio una mirada indiferente. —Preferí asegurar mi plan, así que me deshice de todos y traje a nuevos reclutas.

Los "reclutas" me observaron con intensidad, tanto así que sentí como mis músculos se tensaban por su mirada.

Tragué duro. —No creo que sea buena idea ¿o si? Que tal si ellos no te juran lealtad como lo hacían todos los demás.

—Oh, créeme, muñeca, ellos son mejores que la bola de estúpidos que teníamos de "ejército" —respondió una voz con arrogancia.

Entre la multitud de hombres, uno en especial se hizo ver.

—Peter. —gruñí. —¿Qué haces aquí?

—Él fue quien sugirió esta idea, Cassandra. —respondió Nelson con una gran sonrisa. —Ingenioso ¿no lo crees?

—Impertinente, más bien. —comenté. —¿Por qué lo hiciste?

Peter se encogió de hombros. —Bueno, era eso o dejar que las ratas nos traicionaran.

—¿Ratas? —alcé una ceja. —La única rata aquí eres tú, Peter.

—Oh, muñeca. —soltó una risa. —Estas tan relacionada con ellas que ya no las distingues del grupo.

Fruncí el ceño, no entendía a que se refería. No obstante, sus palabras tomaron forma unos segundos después. Y se había percatado de ello, ya que en su rostro había una sonrisa arrogante.

—¿Qué les hiciste a Kamille, Heather, Lany y a Demian? —pregunté. La calma empezaba a parecer algo muy lejano ahora.

—Demian sigue aquí, no te preocupes. —respondió Nelson, mientras seguí registrando a los demás chicos de la sala. —Doreen... aunque me dolió tuve que dejarla ir, al igual que su hermana. Y Lany... bueno, también se fue. Solo le di una última tarea.

—¿Por qué? —me acerqué a él con paso apretado. —Ellos...

—Ellos me han traicionado. —interrumpió. —Creí que podía confiar en ellos, pero al parecer no.

—Si, Cassy, es una decepción que nos hayan traicionado. —habló Peter. —Se que Doreen era muy amiga tuya.

—Esto es un completa equivocación, Nelson.—comenté.

—No, no lo es. —interrumpió Peter.

Me di la vuelta. —No te metas en esto, Peter. —gruñí.

—Soy de los poco que no han traicionado a Nelson, así que puedo meterme si quiero. —respondió.

Le di una mirada a Nelson. —No puedo creer que te dejes llevar por sus palabras. Me equivoqué al pensar que podías cambiar.

—Cassandra...

Di la vuelta y subí las escaleras con rapidez.

Debía hablar con Demian ahora; este cambio no era parte del plan y podría arruinar todo.

Estaba apunto de entrar a mi habitación cuando una mano me tomó de la nuca y me estrelló contra la pared con fuerza.

—Suéltame ahora, Peter. —gruñí.

—Será mejor que te calmes, muñeca. —murmuró. —Pude haberle contando a Nelson de ti también.

Fruncí el ceño. —¿De que hablas?

—Se sobre su plan. —respondió. —Acabar con Nelson.

—No se de que hablas...

La mano de Peter apretó mi garganta con fuerza sobrenatural hasta el punto de casi estrangularme por completo.

—No creas que puedes jugar conmigo como lo haces con él, muñeca. —susurró con ira. —Te conozco, conozco tus juegos.

Traté de hablar, sin embargo, su mano me impedía hacerlo.

—Si no le dije de ti fue porque tengo mi propio plan para ti. —sonrío con malicia y arrogancia. —Acabaré contigo. —acercó su boca a mis labios y los rozó. —Te destrozaré, muñeca.

—¡Peter! —su voz casi trajo calma a mi cuerpo. —Suéltala, ahora.

—Solo espéralo y verás. —continuó susurrando. —Nos vemos luego, muñeca.

Peter soltó su mano y se alejó de nosotros. Demian se acercó a mi con preocupación mientras que yo solo recuperaba el oxígeno faltante para mis pulmones.

—¿Estas bien?

Asentí. —Tenemos algo más importante que mi encuentro con Peter.

—¿Que cosa?

—Nelson se deshizo de todos. —susurré. —Solo quedamos tu y yo.

—¿Qué? No, no lo puedo hacer. —murmuró alterado.

—Lo hizo. —tragué duro. —Sé que queríamos que no estuvieran involucrados, pero ahora que Nelson los ha dejado afuera...

—Nada les impide hacer algo en contra de Nelson. —concluyó.

Asentí. —Se saldrán de control, Demian.

—No, esperemos que no.

Mordí mi labio. —Lo harán. Los conozco.

—Debemos continuar con el plan. —respondió. Se alejó un poco, asimilando lo que estaba ocurriendo. —Debemos actuar antes de ello lo hagan.

—Demian, prométeme que nadie saldrá herido. —pedí.

Me sonrío de lado. —Nadir saldrá herido. Todo irá como lo planeamos, Cass. Lo prometo.

Tragué duro.

Eso era lo único que esperaba ahora. Mi única esperanza.



(...)

Revenge © |B#3|Where stories live. Discover now