Capítulo #39

1K 98 27
                                    

—Se lo que parece... pero no... yo no... es un malentendido...—dijo balbuceando.

—¿Estabas espiándonos? —pregunté confundida.

—No. Claro que no. —respondió negando repetitivamente la cabeza.

—Pues tu posición y en donde te encontramos no ayuda en tu argumento. —dijo Demian cruzándose de brazos.

—Lo sé. Pero todo es un malentendido. —repitió.

—¿Qué haces aquí, entonces? —preguntó Lany.

Heather miró por unos segundos a Lany y tragó duro. ¿Era solo yo o había tensión entre ellos? ¿Qué no estaba felices y contentos?

—Yo...estaba buscándote. —hizo un gesto hacia mi dirección. —No te encontré en tu habitación así que me fui. Escuche voces aquí, pensé que estaba aquí así que decidí tocar.

—Nunca tocaste. —atacó Demian.

—Necesitaba saber que estaba Cassandra dentro, no quería tocar y encontrarme con... Lany o contigo. —dijo.

—¿Quien eres? —preguntó duramente el chico.

Rodeé los ojos. —Déjala en paz, Darkh. Ella no es el enemigo.

—Nos estaba espiando. —recalcó.

Yo también creía un poco eso, pero también conocía a Heather lo suficiente para saber que no era capaz de hacer tal cosa. Estando a solas le preguntaría que hacía exactamente.

—No lo creo. —dije.

—Entonces ¿quién es el enemigo? —preguntó.

«Tú.» pensé. Aún no lo conocía, aún no sabía si podía confiar en él, pero tampoco le diría eso.

—Tu deberías saber eso, Darkh. —me limité a responder. —Y si me disculpan, tengo una conversación que hacer.

Tomé a Heather de la muñeca y la alejé del pasillo. Rápidamente nos adentramos en mi habitación y cerré con pestillo. La chica se sentó en mi cama, mientras que yo me crucé de brazos esperando una clara y sincera explicación de su parte.

Me miró hasta entender lo que yo deseaba. No tardó en rodar los ojos. —Se lo que pareció allá afuera, pero no quería escuchar nada. Fue como un impulso.

—Mentiste, entonces. —concluí.

—En realidad no, en serio te estaba buscando. Necesitaba, o más bien necesito, hablar contigo. —respondió.

—Y escuchar nuestra conversación era parte de mi búsqueda. — dije con sarcasmo.

—No me creas, pues. Ya he soportada demasiado estos días para que mi única amiga desconfíe de mi. —dijo levantándose de la cama.

Heather se acercó a la puerta, ya dispuesta a irse. Cerré los ojos y me relajé, cuando todo estuve en paz en mi interior la detuve.

—Heather, espera. No te vayas. —pedí. Me di la vuelta y la miré, sus ojos estaban un poco cristalizados. — Lamento todo esto, no he tenido e mejor día y al parecer tu tampoco. No debí molestarme contigo. Somos amigas y debí ayudarte.

—Gracias. —dijo en voz baja.

—Entonces, ¿me dirás que esta pasando? —pregunté con una pequeña sonrisa.

La siguiente hora no fue lo que esperé. Las lágrimas de Heather bajaban sin parar por sus mejillas, en serio que estaba muy dolida y lastimada. La escuché todo lo que pude hasta que llegó una parte en la que tuve que interrumpirla para preguntarle sobre algo.

Revenge © |B#3|Where stories live. Discover now