Capítulo #25

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~ Narra Cassandra. ~

Mi espalda dolía y por alguna razón estaba mojada. Extrañamente también mi cabello y parte de mi cuerpo estaban húmedos. Recordaba a Carol y a Lany, como la chica me había pedido estar en el equipo y como Lany salió de la habitación. ¿Qué había pasado después? Eso era un misterio ya que solo recordaba haber salido de la habitación.

Al levantarme noté que había frío en el ambiente. El aroma a rosas me dio una pista de dónde estaba. El jardín del Recinto. Me había quedado dormida en el jardín, seguramente pensando en lo ocurrido. Ahora me arrepentía de ellos ya que mi espalda dolía por no haber dormido en algo cómodo y en la posición adecuada.

Estaba sentada, mirando mi alrededor, pensando, cuando unos pasos y vives molestas me hicieron esconderme.

—¿Qué haces aquí? —preguntó una.

—¿Cómo que qué hago? ¡Vine a visitarla! —exclamó la segunda.

—¿Por qué no me dijiste?

—¿Y cómo pensabas que lo haría? Desde que te fuiste ya no sé ni que nuestro tienes o que. Te desconectaste de la humanidad. ¿Qué esperas? ¿Una paloma mensajera?

—Pudiste mandar una carta.

—Dios. Ni siquiera sabía dónde vivías. —respondió.

—Ella si.

—cuando hablé con ella parecía molesta. Eso me hice querer venir más rápido. ¿Qué pasó con ella?

—Nada. —respondió la primera voz.

Rápidamente mi cabeza empezó a maquinar, reconociendo a la primera persona como Nelson y a la segunda como la hermana de Heather. Solo tenía una pregunta, ¿qué hacía ella aquí?

—¿Nada? Dios, Nelson. Te conozco.

—Kamille...

—No. Déjalo. —pidió sería. —Debo ir a buscar a Heather.

Al escuchar sus pasos acercarse me levanté rápidamente y cómo pude corrí hasta la entrada. Los tacones de la chica sonaban cada vez más cerca y yo tenía que correr más rápido, hasta que tropecé con alguien en mi camino.

—¡¿Cassandra?! ¿¡Qué carajos!? —preguntó el chico.

—Calla. —murmuré moviéndome. —Debemos salir del camino.

—¿Por qué...

Lo tomé de la muñeca y la jalé hasta otro pasillo escindido. Antes que preguntara o dijera otra cosa, cubrí su boca. A la espera de que alguien pasara, la chica en tacones cruzó el pasillo hacia los cuartos.

Solté un suspiro y quité mi mano de la boca del chico, quien me veía confundido.

—¿Por qué estás mojada? —preguntó.

—Una larga historia. —respondí al mismo tiempo que me levantaba.

El chico salió del pasillo y miró por donde se había ido la chica. Dirigió su vista de nuevo en mi.

—¿Quién era ella?

—Al parecer una antigua amiga de Nelson. —dije mirando en dirección en donde se fue. —Y hermana de Heather.

Los dos nos quedamos viendo el camino hacia las habitación. El repiqueteo de los tacones se escuchaban cada vez más lejos y el cerrar y abrir de puertas igual.

(...)

—¿Estás segura que es buena idea? —preguntó preocupado. —Puede que ya hablaran.

Revenge © |B#3|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora