Revenge © |B#3|

Capítulo #23

~ Narra Cassandra. ~

Jamás en mi vida me había sentido tan incómoda como hoy. Jamás creí agradecer el tener una familia normal y en tener a la Tía Emily.

Nota metal: averiguar qué ha pasado con la Tía Emily.

La mesa estaba más que silenciosa, solo los cubiertos y el tenue sonido del masticar era lo único que llenaba la habitación. Quería decir algo, en desesperación de acabar con el silencio, pero todo lo que se me ocurría era aplastado por mi conciencia al decirme que era una idea estúpida. Claro que al final decidí hablar.

—¿Quién hizo la comida? —pregunté.

Los ojos de Lany, Heather, Carol, Ruby, Miram, Peter y Nelson me miraron con intensidad.

¿Qué tenía un mono pintado en la frente?

—Oh. Bueno, entonces no. —murmuré volviendo a comer.

—Uhm... ¿Cómo has estado, Cassandra? ¿Te está gustando el Recinto? —habló Carol con una sonrisa.

Gracias a Dios ella fue quien rompió el silencio. Hizo un gran trabajo, en comparación del mío.

—Bien. Bien. Nunca creí decirlo. —respondí. —Es un lugar agradable.

—Y más cuando estás de zorra con una de nosotros. —murmuró una voz.

Todos en la mesa, incluyéndome, de atragantaron con lo que estaban comiendo o bebiendo. Miré al chico que había hecho el comentario. Podría decirse que yo era la más sorprendida y molesta por ello.

—Yo no estoy de zorra con nadie, Peter. 

—Eso dices. —respondió. —Desde que estás aquí no te has separado de él. Ni siquiera en las noches lo he visto, ¿sabes dónde ha estado? Si. En tu habitación.

¡Claro que no me había separado de él! Lany era el único con el que había logrado una amistad, hasta ahora. Y el simple hecho de que casi siempre esté en mi habitación es solo un malentendido, ya que ha estado en el para el plan. Obvio que eso no era lo que les iba a decir.

—Eso no quiere decir que tengamos algo. —ataqué molesta. —Él ha sido mi amigo desde que llegué.

—¿Amigo? ¿En serio? —preguntó riendo. —Todos sabemos que tienes una relación más que amigos con él.

Miré a todos. Para mí mala suerte, todos habían bajado la cabeza. ¿Era eso cierto? ¿Todos pensaban que tenía relaciones con Lany? Vaya mierda.

Dejé los cubiertos en la mesa de un golpe al mismo tiempo que me levantaba de la silla. Estaba molesta y avergonzada. Lany y yo solo éramos amigos, pero qué pensarán que éramos más que eso me hacía sentir náuseas.

—Váyanse a la mierda. —dije entre dientes.

Salí del comedor a paso seguro y veloz, dirigiéndome a mi habitación. Ya no tenía hambre y tal vez no comería hasta próximo aviso.

¿Qué tenía Peter en contra mía? ¿Por qué desde que llegué aquí me tiene tanto odio? El pasado no era la respuesta, ya que el fue quien me dejó por una de mis antiguas amigas. Entonces ¿por qué tanto odio? Yo lo había olvidado, y sinceramente me valía un cacahuete que estuviera aquí. Pero dolía escuchar palabras como las de la comida saliendo de sus labios.