Capítulo #22

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~ Narra Cassandra. ~

Me recosté en la cama. Ya habían pasado más de 10 minutos desde que los chicos se habían ido y desde que había visto por primera vez a Luther. Aún no podía sacarme de la cabeza su mirada sería y rígida al verme. Sabía que no estaba realmente orgulloso de mí y que se había enterado de que "estaba del lado de Nelson." No había tenido tiempo para explicarle la verdad, pero esperaba que él simple hecho de estar todos reunidos y hablando "civilizadamente" le hiciera ver que solo era parte de un sencillo plan. Cuando el reloj empezó a sonar, avisándome que ya eran las 5 de la tarde, me di cuenta que había desperdiciado mi tiempo al estar vagando en mis pensamientos.

Guardé en cuaderno y me puse nueva ropa para buena comer. Cuando salí de la habitación me encontré con la persona que menos esperaba ver.

—Err... Hola, Heather.

—Yo... bueno, esperaba que... —sorbió su nariz. —¿Puedo pasar?

Me hice a un lado realmente sorprendida al verla aquí y en ese estado. Era evidente que había estado llorando durante algunas horas.

Tenía la cabeza baja, pero aún así pude ver lo bella que era -lo sé, me escuché muy rara, pero era la verdad.- lo que me hacía preguntarme qué pudo haberla hecho llorar.

—¿Qué ocurre, Heather? —pregunté sentándome enfrente de ella.

—Siento haber venido, pero necesitaba hablar con alguien y Carol y sus amigas no son las indicas, ni mucho menos Nelson. —respondió.

—Heather...

—Se que puedo confiar en ti, porque de alguna manera te conozco...

—Heather...

—Sabes quizá nunca debí venir...

—¡Heather! —exclamé. La chica calló y me miró. —No me molestas, está bien que hayas venido.

Y como si eso fuera lo que necesitara, empezó a llorar. No sabía que era lo que tenía que hacer exactamente. Sinceramente, nunca me había puesto en una situación como esta. En el amigas se consolaban una ellas mientras yo estaba sepa Dios en donde, así que cuando volvía con ellas las cosas parecían estar mejor. Tampoco, con Jill y Géminis, había tenido que consolarlas a tal grado como este. Así que solo me acerqué a la castaña y la abracé. Ella pareció aceptarlo, ya que sus brazos me rodearon y su cabeza estuvo debajo de mi barbilla.

—¿Quieres hablar de ello? —pregunté en voz baja. Ella asintió y separó de mí y se secó las lágrimas que había dejado caer.

—Quizá no entiendas nada. —comentó.

Reí. —Eso es lo de menos, Heather.

—¿Qué sentirías si escucharas, por accidente, la plática de uno de tus amigos más íntimos y estuvieran hablando de tu hermana, hermano o amigos de una mala manera? —preguntó con la voz quebrada.

—Wow, Heather. Eso es intenso. —comenté. —Mis amigos, mi hermano y yo somos muy unidos, pero que uno de ellos hablara mal de otro o de mi hermano estaría completamente furiosa con esa persona.

Asintió. —Eso me pasa, Cassandra. Estoy molesta, molesta con Nelson por hacerme eso. Pero también estoy dolida. Dolida porque el chico que estaba hablando no era para nada el Nelson que yo conocía hacía años. Es... dios, es molesto.

—¿Qué fue lo que pasó? —pregunté curiosa.

—Ya te...

Revenge © |B#3|Where stories live. Discover now