AllenDesperté abrazado a Lavi, he de reconocer que su cara mientras duerme es demasiado adorable. Los sentimientos que ahora me generaba el estar a su lado me resultaban extraños pero no desagradables, aunque no lo recordase podía darme cuenta de que realmente le quería y que en el fondo de mi ser ese sentimiento sigue vivo.
-Lavi despierta, es hora de desayunar.
-Cinco minutos más...
-Si no te despiertas ahora no me hago responsable de lo que pueda hacerte.
-...
-Muy bien. Tú lo has querido.
Comencé a besar su cuello lentamente saboreando cada tramo de su delicada piel y acariciando suavemente su espalda. Lentamente fui bajando por su abdomen hasta notar que aunque Lavi estaba dormido, Junior no lo estaba tanto.
Agarre delicadamente su miembro y comencé a masajearlo. De forma inmediata la cara de Lavi se volvió roja y dejó escapar un gemido.
-¿Qu...qué estás haciendo?
-Te dije que no me hacía responsable de lo que pasase.
-Vale, ya estoy despierto así que ya puedes parar.
-¿Estás seguro de que eso es lo que quieres?- Pregunte mientras repartía besos por todo su cuello.
-No es lo que quiero, pero pueden oírnos.
-No te preocupes no se darán cuenta. Déjame ayudarte a terminar.
-Es...está bien...
Con su consentimiento me concentré en la labor de ayudarle a terminar. La respiración de Lavi se había vuelto más forzada y cada vez me dejaba escuchar más de sus adorables gemidos. Decidí que era el momento de ir un paso más haya y ayudarle no solo con mis manos.
-¡Hermano, buenos días! ¡Es hora de levantarse!
-¡Ganta llama antes de entrar!-Grite cubriendo a Lavi con la mata hasta la cabeza.
-Nunca lo hago ¿Qué más da?
-Cuando tenga invitados debes hacerlo.
-Eso es Ganta, no querrás ver a tu hermano practicando lucha libre con Lavi.
-¡Lucy!
-No estábamos haciendo nada...-Terminó Lavi en un susurro.
-Si vosotros lo decís, vestíos y bajar a desayunar, Edgar os espera.-Tras decir esto ambos abandonaron la habitación.
-Te dije que nos iban a pillar...
-Dijiste que nos iban a oír y no lo han hecho.
-Esto es peor idiota.-Dijo agarrando la almohada y golpeándome con ella.
-Vale, vale. ¿Qué te parece si nos duchamos y bajamos?
-¿Ju...jun...tos?
-Claro.
-¡Imposible! Es demasiado vergonzoso.
-Qué más da, ya he visto todo lo que podía ver.-Comencé a reírme.
-No te rías...
-Es que cuando te vuelves tímido eres demasiado adorable.
Después de unos minutos logre convencer a Lavi y nos dirigimos al baño. Al fin y al cabo, es lo suficientemente grande para dos personas y no quería perder esta oportunidad.
-¿Quieres que te enjabone la espalda?
-Puedo hacerlo yo.- Respondió mostrándose indiferente. Si se creía que así conseguiría algo se equivocaba.
YOU ARE READING
Amar a tu enemigo
RomanceAllen Levellier, un joven chico de 17 años, gay autoproclamado, alto, con el pelo blanco y ojos de un profundo gris, y Lavi Cyril, misma edad, homófobo a ultranza, alto, pelirrojo y ojos color verde intenso, dedica su vida exclusivamente a hacer imp...