~Lavi~
Me estaba dirigiendo al único lugar en el que podría reunirme con la persona que necesitaba ver en estos momentos. Solo debía recorrer un pequeño camino de piedra blanca que terminaba a las puertas de un gran panteón. Encima de la puerta estaba tallada una gran ''L'' haciendo referencia al apellido familiar y dos ángeles con las alas extendidas a cada lado de la puerta.
Nada más abrir la puerta pude verle...Allí estaba él, enfrente de la tumba de una mujer, Edgar M. Levellier.
-¿Qué haces aquí? Este no es lugar para ti, vete ahora mismo.
-Después de hablar con Lucy y decirle que quería verte me dijo que siempre que atraviesas una dura situación vienes al cementerio a ver la tumba de tu mujer. Layla es un nombre muy bonito.
-Ella en su totalidad lo era.
-Por lo que se Allen la quería mucho.
-Al fin nombras a la persona sobre la que realmente quieres hablar.
-¿Qué piensa hacer?
-¿Sobre qué?
-¡Su hijo está en coma en el hospital! ¡Los médicos no saben si va a sobrevivir y no sabemos quién le disparó!
-Se perfectamente la situación en la que se encuentra mi hijo.
-¿Y?
-No sé a dónde quieres llegar.
-Cuando Nolan y David le dieron una paliza arremetiste contra las empresas de sus padres. Supongo que ahora harás lo que haga falta para averiguar quién lo hizo.
-Ya tengo personas ocupándose de ese tema ¿Algo más?
-¿Enserio cree que lo que tiene que hacer ahora es encerrarme en un panteón mientras su hijo se debate entre la vida y la muerte?
-Cada uno afronta el dolor como puede o quiere ¡Y si quiero estar al lado de mi mujer es mi problema!
-¡Tu mujer ya no está! ¡Tu hijo te necesita a su lado!
-Mi hijo no quiere verme.
-Usted no entiende nada. Lucy tenía razón, una parte de usted murió junto con su mujer.
-Puede que tengas razón y ahora si no te importa me gustaría estar solo.
-No me iré hasta aclarar las cosas.
-¿Aclarar? ¿El qué?
-¡Allen se culpa de la muerte de su madre!
-¡La muerte de Layla fue un accidente!
-¡Dígaselo usted a Allen!
-Se lo dije la última vez que hablé con él.
-¿Y fue antes o después de que abandonase el instituto y se pusiera a trabajar en un bar?
-Yo no tengo la culpa de eso.
-Si la tiene. Todo eso ocurrió porque me amenazaste y me obligaste a dejar a Allen ¡Rompí su corazón!
-¿Enserio piensas que hiciste eso? Simplemente os hubieseis acostado un par de veces y punto, no me hagas reír. No sé porqué Allen hizo todo eso pero por ti no creo.
-Lo dice el hombre que se encierra junto a la tumba de su mujer, la cual murió hace diez años.
-¿Cómo te atreves? ¡Mocoso insolente!
-¡Sabes que tengo la razón!
-¿Acaso piensas que disfruté rompiendo vuestra relación? ¡Claro que provoqué dolor a mi hijo! Era algo que me vi obligado a hacer, aunque te cueste creerlo amo a mis hijos.
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Amar a tu enemigo
RomanceAllen Levellier, un joven chico de 17 años, gay autoproclamado, alto, con el pelo blanco y ojos de un profundo gris, y Lavi Cyril, misma edad, homófobo a ultranza, alto, pelirrojo y ojos color verde intenso, dedica su vida exclusivamente a hacer imp...