Capítulo 2: Primer beso

504 33 9
                                    

Cuando llegué a casa pase por todas las habitaciones para ver si había alguien, como de costumbre no había nadie, mi hermano pequeño habría salido a jugar, mi hermana mayor estaría trabajando y mi padre casi nunca está en casa.

Subí corriendo las escaleras y me encerré en mi habitación, abrí la mochila, saqué la carta y me tumbe en la cama para leerla, todavía no podía creermelo, seguía en shock. Abrí la carta y comencé a leer:

"Querido Allen, me dirijo a ti a través de esta carta ya que no me atrevo a decírtelo a la cara. Desde hace mucho tiempo, cada vez que te veo no puedo evitar sonreír y pienso en ti cada día. Fuiste muy valiente al salir del armario, eso es algo que yo nunca sería capaz de hacer, por lo menos no de momento, se que lo estás pasando mal pero espero que sigas siendo tan fuerte.

Me encanta todo de ti, esos ojos color ceniza y ese pelo blanco, además te he visto en el vestuario y he de decir que tienes buenos músculos y un imponente bulto entre tus piernas, perdón, creo que me he pasado.

En definitiva, quiero que sepas que te quiero y espero que nuestra relación avance paso a paso.

Atentamente:

Caryl Livic"

Después de leer la carta no pude evitar que en mi rostro surgiera un gran e intenso sonrojo, tenía un admirador secreto muy mono, pero un poco pervertido. Pero bueno todo el mundo lo es.

-Allen, la cena ya está lista, tienes cinco segundos para llegar a la cocina.- Gritó mi hermana Lucy. Al parecer ya había llegado a casa.

-Bajo enseguida.- Le grité en respuesta.

Baje rápidamente a cenar, si mi hermana se enfada es como un monstruo. Cuando llegué me encontré con mis hermanos que estaban en la mesa esperando.

-¿Te han vuelto a pegar, Ganta?- Preguntó Lucy a mi hermano.

-Simplemente se nos fue de las manos el juego.- Respondió este.

-¿Siguen metiéndose contigo Ganta?- Pregunté.

-Eso no es asunto tuyo, para empezar si no hubieses dicho que eres gay esto no estaría pasando.- Me replicó.

Es increíble, Lavi se metía conmigo y su hermano pequeño Loki intimidaba y pegaba al mio. Me pregunto como serán sus padres.

-No está bien que digas eso, que Allen sea gay no tiene nada de malo.-

-Tienes razón hermana, lo siento Allen, sabes que te quiero.-

-Gracias Ganta, siento que te veas involucrado en todo este asunto, mañana hablaré con Lavi para que Loki te deje en paz, se que ha sido él.- Era lo único que podía decirle.

-¿Y tu Allen, alguna novedad?.- Me preguntó Lucy.

-Bueno, si el hecho de que el director me haya castigado a quedarme una hora más en el instituto con Lavi todos los días te parece una novedad, si.-Respondí.

-Me parece una buena idea, así os haréis amigos de una vez y dejará de meterse contigo, sino tendré  que tener una charla yo con él.-

-Tranquila hermana, no hace falta.-

El resto de la cena transcurrió de manera tranquila y después de eso volví a mi habitación, me puse el pijama, que consistía simplemente en quedarme en calzoncillos, me fui a lavar los dientes, después estuve un rato con el ordenador y finalmente me fui a dormir. Algo que me fue imposible, no podía dejar de pensar en ese tal Caryl Livic.

~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~

Antes de que me diera cuenta se hizo de día y llevé a cabo mi ritual mañanero (abdominales, planchas, pesas,etc.), me duché y salí corriendo hacia el instituto.

Por primera vez en mucho tiempo cuando llegué no hubo ni bromas ni insultos, algo increíble. Pero mi alegría no duró demasiado, cuando abrí la puerta de clase cayó sobre mi un cubo de pintura rosa.

-Ahora pareces más maricón que antes.- Oí como gritaba uno de los secuaces de Lavi.

-Alleeeen, ¿Estas bien? Mira lo que te han hecho. Ven conmigo, vamos al baño.-Me dijo Lenalee mientras me agarró de la mano y me sacó de la clase.

-No puedo más Lenalee, estoy harto. Preferiría estar muerto que aguantar todo esto.- Acto seguido Lenalee me cruzó la cara y me abrazó.

-No vuelas a decir eso nunca más, por muy mal que estén las cosas yo siempre estaré a tu lado.-

-Muchas gracias, no sabes cuánto significas para mí, sino fuera gay te besaría ahora mismo.- Tras este comentario un leve sonrojo apareció en la cara de Lenalee, es tan mona a veces.

-Es mejor que vayas a los vestuarios, te quites esta ropa tan rosa y te des una ducha, yo te traeré ropa limpia.-

Sentir el agua caliente sobre mi piel siempre me tranquilizaba, era una sensación genial, no pude evitar pensar como sería hacerlo en una ducha, definitivamente no tengo remedio, debí estar al menos media hora bajo el agua, cuando de repente oí un ruido, alguien había entrado en el vestuario.

-¿Eres tu Lenalee?- Pregunta de la que nunca recibí respuesta.

Cuando salí de la ducha encontré sobre un banco, un par de pantalones y una camiseta junto con una nota que ponía: "Espero que te sirvan, Caryl Livic", que atento mi admirador, ahora solo necesitaba unos playeros y listo.

Al salir me encontré con Lenalee que llevaba mi ropa de gimnasia.

-Lenalee muchas gracias, solo me hacen falta los playeros, del resto ya se ha ocupado mi admirador.-

-¿Pero qué dices? Vas a tener que explicarme eso, seguro que es algún loco que se ha colado mientras estaba buscando tu ropa.-

-Vamos a la cafetería y te lo cuento todo, no me apetece ir a clase.-

~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~

Nos pasamos las tres primeras horas en la cafetería, la cara que puso Lenalee mientras le contaba la historia fue todo un poema. Gracias a eso y a las tonterías que estuvimos hablando conseguí alegrarme y olvidar lo que había pasado. La sirena sonó indicando que el recreo había finalizado y nos dirigimos a clase.

Todos se rieron cuando me vieron entrar, era algo que ya suponía que iba a ocurrir. Entonces fue cuando vi como Lavi se estaba riendo y no puede controlar mi ira.

Me dirigí hacia él y cuando le iba a asestar un puñetazo este se movió haciendo que ambos cayésemos al suelo, cayendo yo sobre él. En ese momento mi cerebro pensó la mejor manera de vengarse de él, un beso, junte mis labios con los suyos, los cuales eran más suaves de lo que pensaba. Cuando pensé que me apartaría y me pegaría ocurrió todo lo contrario. Por alguna razón permitió que mi lengua entrase en su cavidad bucal y que esta jugase con la suya, fue un beso breve, efímero, pero intenso.

Me apartó de un golpe y nuestras bocas se separaron, permaneciendo unidas todavía por un hilo de saliva. Cuando dirigí mi mirada hacia su rostro pensando que vería la mayor cara de asco del mundo, vi todo lo contrario, lo que vi fue como en la cara de Lavi aparecía un rojo intenso que le cubría hasta las orejas y como se tapaba la boca con la mano.

Fue la mayor sorpresa de mi vida, había merecido la pena entregarle mi primer beso a él solo por haber visto esa reacción tan mona. Un momento, ¿Había dicho mona? ¿La cara de Lavi? Imposible, algo raro me estaba pasando, necesitaba un novio urgentemente.

-Muy bien, todos a sus asientos, Allen Levellier y Lavi Cyril levántense del suelo y siéntense, la clase va a comenzar.- Dijo nuestro profesor al entrar por la puerta, clase de literatura clásica, que ilusión.

~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~ ~

Y así termina el segundo capítulo, este ha sido bastante más largo que el anterior, espero que os gustase a todos.

Por cierto, comentad siempre que queráis para opinar o sugerir.

Foto: Allen y Lavi .

Amar a tu enemigo Where stories live. Discover now