Capitulo 29: Nueva carta

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~Lavi~

Había decidido volver a escribir otra carta más de mi alter ego Caryl Livic para intentar que los recuerdos de Allen despertases de alguna forma, pero no sabía ni cómo comenzar esta. En estas semanas habían pasado demasiadas cosas y Allen había vivido cosas para las que ninguno de nosotros está preparado y en cierta forma siento que yo soy el detonante de todo eso, igual sería mejor que nunca me recordase y viviese su vida.

Al llegar a casa Loki me recibió con una sonrisa.

-¡Lavi la abuela está en casa!- ¿La abuela Katherine estaba de visita? Era algo inusual.

-Lavi al fin estás en casa, tenía muchas ganas de hablar contigo.

-Abuela me alegro mucho de verte otra vez ¿Ha pasado algo?

-Hace un par de días recibí una llamada de un conocido desde hace muchos años diciéndome que su querido hijo había despertado del coma.- ¿Conocido? ¿Se referirá a Edgar?

-¿Te refieres a Allen?

-Exacto, su padre me llamo porque quería que fuera a ver a su hijo.

-¿Para qué?

-Para que le hablase de su madre.

-¿Conocías a la madre de Allen?

-De eso es de lo que quiero hablar contigo. Creo que hay muchas cosas que debes saber.

-¿Entonces no has venido a verme abuela?-Pregunto Loki un poco apenado.

-Claro que también he venido para ver a mí querido nieto y sabes que puedes venir a verme cuando quieras.

-¿Lo dices enserio?-su expresión había cambiado completamente.

-Claro que sí. -Respondía acariciando su mejilla. Loki siempre había querido mucho a la abuela Katherine aunque desde que nuestra madre se fue a venido a esta casa en ocasiones contadas debido a su mala relación con nuestro padre.

-Abuela vayamos al salón para hablar más cómodamente ¿Loki has hecho tus deberes?

-Si...-respondió desviando la mirada hacia el suelo, mentiroso.

-No me mientas. Ve a hacerlos, luego podrás estar con la abuela todo lo que quieras.

-Está bien...pero luego jugaras conmigo ¿Verdad abuela?

-Claro que si- respondió con una sonrisa

Tras eso Loki subió a su habitación y nosotros nos dirigimos al salón, preparé un par de cafés en la cocina y los deposité en la mesa que se encontraba entre el televisor y los sofás. Mi abuela se encontraba sentada en una de las butacas con la mirada perdida.

-Soy todo oídos abuela.

-De acuerdo. Lo primero de todo decirte que está es una historia un poco larga ¿Recuerdas cuando conociste a Allen?

-Claro que si, cuando tenía siete años en el parque.

-En eso te equivocas pero es normal. Allen y tú os conocéis desde que erais unos bebes de hecho yo os he llegado a cuidar a los dos en mi casa.

-¿Qué?

-Veras esta historia se remonta a cuando tu madre era una niña. Cuando tu abuelo y yo nos mudamos y decidimos comprar una mansión en el barrio rico de la ciudad. Nuestros vecinos por aquel entonces eran los Levellier.

-¿Los abuelos de Allen?

-Exacto, ellos tenían un hijo de la misma edad que tú madre, era un chico muy enérgico y extrovertido. El primer día que conoció a Sarah literalmente la obligó a salir de casa para jugar, tu madre era demasiado tímida.

Amar a tu enemigo Where stories live. Discover now