Amar a tu enemigo

Capítulo 9: ¿Algo malo se acerca?

~Allen~

Ver como Lavi salía corriendo de mi casa debido al comentario de mi hermana fue una de las cosas más monas que he visto en mi vida, ese sonrojo tan exagerado en su cara que aparece a la mínima lo hace demasiado mono.

-Allen no es porque quiera acabar con tu felicidad pero debes de saber que padre ya sabe que últimamente has tenido problemas por haberte relacionado con Lavi Cyrill.

-¿A qué te refieres con problemas?

-¿Acaso crees que padre no se enteraría de la paliza que te dieron sus amigos?

-Lavi no tiene nada que ver con la pelea, el no estaba allí.

-Pero está relacionado con el motivo del porqué te pegaron.

-Tengo que hablar con padre antes de que haga algo.

-Creo que ya es un poco tarde para eso.

-¿Por qué lo dices?

-Se ha comunicado con las familias de esos dos muchachos, aunque sus padres pertenecen a familias importantes sus empresas depende del apoyo de nuestra familia. Ha mandado organizar una reunión con los consejos directivos de ambas empresas y piensa retirar el treinta por ciento de nuestra participación, lo que podría significar el cierre de ambas.

-Eso es demasiado excesivo, sus adres no tienen la culpa de nada, iré ahora mismo a hablar con él.

-No conseguirás nada haciéndolo y sabes que no podemos ir a verlo en persona, por algo estamos viviendo nosotros tres solos.

-Entonces le llamaré.

-No va a contestarte, está muy decidido. Me dijo que nadie puede meterse con la familia Levellier e irse de rositas.

Era cierto, cuando mi padre tomaba una decisión nada podía detenerlo y lo peor es que no puedo hacer nada y temo que le haga algo a Lavi. Debo pensar en algo para arreglar esta situación. Me dirigí a mi habitación sin decir una sola palabra más, tenía que encontrar la manera de arreglarlo todo.

Al poco tiempo de entrar alguien pico a mi puerta.

-Lucy si eres tú no tengo ganas de seguir hablando.

-Hermano soy yo, ¿puedo pasar?

-Si claro, pasa.

-Hay algo que necesito preguntarte, tiene que ver con Loki. El otro día pasó algo que no termino de entender y creo que tu podrás ayudarme.

~Lavi~

No puedo creer que Lucy nos escuchara hacer eso, Dios es demasiado vergonzo. No podre volver a mirarla a la cara.

Dejé de correr y me detuve por un momento para descansar y recuperar el aliento. Después de unos minutos reanudé mi camino hacia casa. El día de hoy había sido demasiado excitante, me cuesta entender cómo tuve el valor para hacer eso con Allen sin siquiera haberle confesado mis sentimientos, pero supongo que él los conocerá de sobra, al fin y al cabo era la primera vez que hacía algo así.

Cuando llegué a mi casa puede ver como había un coche negro en la entrada y un hombre apoyado en el.

-Supongo que usted es el señor Lavi Cyrill. El señor Levellier le está esperando, por favor métase en el coche.

-¿Usted quién es?

-Soy el chofer personal de la familia Levellier y se me ha encomendado la tarea de llevarle ante el patriarca de la familia.

Dios, no puede ser. ¿El padre de Allen quería verme? Supongo que querrá una explicación de todos los problemas que le cause a su hijo.

-De acuerdo, me subiré al coche.

Tras subirme el conductor entró y encendió el motor, era una ambiente incomodo y necesitaba de alguna forma relajar el ambiente.

-Y dígame, ¿sabe por qué desean hablar conmigo?

-Lo siento mucho pero yo no dispongo de dicha información, simplemente soy el chofer.

-No se preocupe, lo entiendo perfectamente, pero supongo que lo que si podrá hacer es hablarme de la familia Levellier.

-¿Qué es lo que desea saber?

-Todo, hágame un resumen si no le importa.

-De acuerdo. La familia Levellier es una de las familias más importantes y ricas del país, por no decir la que más. Su historia es muy extensa, todo empezó con una pequeña fábrica, pero su dueño Arthur Levellier consiguió expandir su negocio y crear más industrias y otros negocios. Con los años consiguió almacenar una gran fortuna, asegurando así el futuro de su familia. Arthur es el tatarabuelo del actual cabeza de familia y actualmente esta se dedica principalmente al mundo de la economía y dar soporte a otras grandes empresas. Me atrevería a decir que no existe ninguna empresa en este país que no haya necesitado su ayuda.

-Eso verdaderamente suena a algo importante.

-Claro que es importante, sin ir más lejos su familia se encuentra en buena situación gracias a la ayuda que os proporcionó mi jefe hace unos años. Desde entonces el señor Levellier y su padre son grandes amigos.

-No sabía nada de eso, de todas formas la relación con mi padre no es demasiado buena.

-Entonces usted es igual que el señorito Allen.

-¿Puede contarme cosas sobre él?- Tras esa pregunta pude ver como en el rostro del chofer aparecía una sonrisa nostálgica.

-Claro que puedo, al fin y al cabo yo cuidé de él cuando era un niño. Siempre fue un chico travieso y lleno de energía y recuerdo que procesaba un gran amor hacia su madre. Vera el señorito Allen no podía estarse quieto nunca, siempre andaba de un lado para otro de la mansión y nos tenía a todos los trabajadores locos. Le encantaba subirse a las cosas sin importar lo altas que  fueran estas, recuerdo el día que se empeño en trepar uno de los arboles más altos del jardín, justo cuando iba a alcanzar la copa del árbol se resbaló y tuve que correr a cogerlo antes de que llegase al suelo y como consecuencia de esto ambos acabamos en el, pero gracias a Dios el señorito cayó sobre mi y acto seguido nos empezamos a reír los dos.

-Pienso que era un niño feliz.

-Yo también lo pienso pero las cosas para él nunca fueron fáciles, aunque todos los trabajadores lo tratábamos como a nuestro hijo eso no era suficiente. Un niño necesita amigos y muchas veces pertenecer a una familia importante dificulta entablar una relación con alguien. Su padre era muy exigente en cuanto a ese tema y por ello el señorito nunca pudo tener amigos. Aunque ahora que lo recuerdo hubo un día que el señorito volvió tarde y me conto que había hecho un amigo por primera vez. Esa fue la primera vez que lo vi sonreír después de lo de la Señora Levellier.

-¿Qué le ocurrió?

-Ya hemos llegado, esta es la mansión de la familia, supongo que el resto de la historia deberá esperar a otro día.

Desde el coche puede observar cómo se alzaba una gran mansión de estilo antigua entre unos árboles que se encontraban dentro de un recinto cerrado por unos muros. La casa de Allen era grande, pero en comparación con esta parecía una simple tienda de campaña.

El coche se detuvo y un criado abrió la puerta para que yo saliese.

-El señor le espera.

Tras esperar alrededor de una media hora ante la puerta del despacho del señor una mujer me indicó que podía pasar al fin. Al abrir esta entré en un amplio despacho completamente decorado con objetos que parecían excesivamente caros.

-¿Señor Levellier?

-Lavi Cyrill siéntese por favor.

-¿De qué quería hablar conmigo?

-Es simple, quiero que no vuelvas a dirigir una sola palabra con él.

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Fin del capítulo nueve de "Amar a tu enemigo".

Espero que os haya justado a todos o al menos a la mayoría.

Foto del padre de Allen