Amar a tu enemigo

Capítulo 5: Tierna sonrisa.

~Bran~

Hoy había sido un día perfecto, el que me hubiera acercado a Allen había valido la pena simplemente por el hecho de haber conocido a Lenalee, aunque no hablamos mucho.

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Después de haber hablado con Allen en clase, le ví en la cafetería y decidí ir a sentarme con él, en ese momento fue cuando me fijé en la chica que estaba a su lado y no pude evitar mirarla hasta que se percataron de mi presencia.

Lucía una larga melena color azabache que dejaba reposar sobre su hombro izquierdo y me fijé en su piel, blanca como la leche.

Cuando volví a la realidad conseguí articular palabra y preguntar si podía comer con ellos, en ese momento ella alzó la cabeza y me fue imposible no quedarme envelesado observando sus profundos ojos grises.

Accedieron a que me sentase con ellos. Hablamos de tonterías durante toda la comida, yo intentaba no perderme en la conversación pero no podía evitar desviar mi mirada hacia sus gestos y sus finas manos, pero aun así notaba que algo pasaba.

Cuando la conversación estaba en sus mejor parte, sonó la sirena indicando que el recreo había finalizado y sin que me diese cuenta ellos desaparecieron.

Decidí ir a clase, pero al ver que no estaban ni ellos dos ni David y Nolan, pedí permiso para salir y fue cuando los ví dirigirse a la azotea, cargando uno de ellos un bate. 

Decidí seguirlos.

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~Allen~

Cuando estaba a punto de responder a la pregunta de Lenalee, David y Nolan aparecieron por la puerta de la azotea. No me hubiese preocupado tanto si no hubiese visto a David cargar un bate.

-Si tanto te gusta dar besos, espero que estés preparado para besar mi bate.-Me amenazó David.

No moví ni un músculo, sabía que me lo merecía, pero en verdad no por lo que ellos pensaban. Cada vez que recordaba lo que yo le había hecho a Lavi no podía evitar que las lágrimas emanasen de mis ojos.

-Adelante.- Acabé gritando sin darme cuenta.

Pude ver por el rabillo del ojo la cara de miedo y sorpresa de Lenalee.

-Encima tienes los cojones de hacerte el chulo.-Dijo Nolan.

Se acercaron, y antes de que pudieran abalanzarse sobre mi, Lenalee se interpuso en su camino. Nolan no se lo pensó ni un segundo, la agarró y la lanzó contra la barandilla, impactando su cabeza contra ella provocando que quedase inconsciente.

-¡Malditos hijos de puta!¿Como os atrevéis a tocarla?- Grité corriente hacia ella, pero antes de alcanzarla noté como el bate se hundía en mi estomago.

Caí al suelo debido al golpe y antes de que pudiese recuperarme, David y Nolan comenzaron a darme patadas mientras con gran desprecio me llamaban maricón de mierda.

Sentí como con cada golpe un punzante dolor recorría todo mi cuerpo, pero no podía evitar apartar mi mirada del cuerpo inerte de Lenalee, no podía evitar preocuparme por ella, sabía de sobra que ese golpe había sido muy fuerte, pero en ese momento no podía hacer nada.

El pie de Nolan impactó en mi ojo, noté un intenso olor a hierro y sal, estaba sangrando y ni siquiera me había dado cuenta debido a los frecuentes golpes que me propinaban.

Las patadas cesaron y aproveché para colocarme bocarriba. Dislumbré una maliciosa sonrisa en el rostro de David, acto seguido este hundió su bate en mi hombro. Oí un crujido y un intenso dolor recorrió mi hombro.

La vista se me empezó a nublar y lo último que conseguí oír antes de perder el conocimiento fue la voz de Bran.

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~Bran~

Entre a la azotea y me quedé impactado por la escena que estaba ocurriendo ante mis ojos, Lenalee reposaba contra la barandilla inconsciente y Allen estaba en el suelo mientras David y Nolan le pegaban e insultaban.

Mi cuerpo reaccionó de manera inconsciente arrebatándole el bate a David y lanzándolo para correr a los brazos de Lenalee.

-Aquí tenemos al defensor de los maricones, supongo que lo bueno se ha acabado. Vámonos Nolan.- Dijo David recogiendo su bate y saliendo por la puerta seguido de Nolan.

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~Lenalee~

Abrí los ojos y todo me daba vueltas. Cuando mi vista regresó a la normalidad pude ver aquel chico amigo de Allen. ¿Cual era su nombre?¿Bran? Si, eso era.

Su mano agarraba la mía y su cabeza reposaba sobre la cama en la que yo me encontraba. Me sentí incomoda ante el contacto de aquel chico que para mí seguía siendo un desconocido y aparté mi mano con delicadeza.

Me dí cuenta de que no conocía aquella habitación. Cuando lo volví a pensar me di cuenta de que me encontraba en la enfermería del instituto.

A pesar del fuerte dolor conseguí girar mi cabeza y ví a Allen descansando en la cama de al lado. Tenía heridas por todo su cuerpo.

No quería despertar a Bran, tenía una cara muy dulce mientras dormía tan cerca de mi cuerpo, me apeteció incluso acariciar su pelo, pero la curiosidad me pudo, necesitaba saber que era lo que había ocurrido.

Lo último que recordaba era haberme interpuesto entre Allen y aquellos dos imbéciles.

Lo desperté acariciando su cara con ternura, cuando se despertó, me dedicó una tierna sonrisa. Tenía una sonrisa verdaderamente bonita.

Me relató todo lo ocurrido. Nada más oír todo aquello quise acercarme a Allen, notar el contacto de su cuerpo que tanto me tranquilizaba. Pero al intentar incorporarme,la vista se me volvió a nublar y Bran me lo impidió.

Las horas pasaban y con ellas mi preocupación aumentaba ya que Allen no se despertaba. Al menos no estaba sola, Bran no se apartó de mi lado ni un segundo.

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Fin del capítulo cinco de "Amar a tu enemigo ".
¿Que os a parecido?