Encuentra tu destino en el corazón de un hombre lobo...
Lana Paterson vuelve a su pueblo natal, Fallstreet, con un solo objetivo en mente: descubrir la verdad detrás de la desaparición de sus padres...Sin embargo, los recuerdos de una vida pasada la...
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Capítulo 17 -La chica de la Capa Roja- 🐺
Esa misma noche el sueño se repite. Ya no estoy corriendo sobre nieve, sino que trato de no caer por las raíces crecidas de los árboles. Alguien me persigue. Y sé quién es. Entonces lo veo: su manto de pelo blanco brilla bajo la luz de la luna.
¡No escaparás!
Justo cuando tropiezo y la bola de pelos blanca arremete contra mí, despierto sobresaltada. Una vez más. Mi pecho sube y baja rápido. Se me dificulta respirar, pero lo hago. Trato de calmarme y dejar a un lado la horrible pesadilla que tuve. Solo allí me doy cuenta de que Demian no está en la cama.
Me calzo sus pantuflas grandes, mi campera gris sobre la silla del escritorio y salgo de la habitación. Ayer cuando volvimos Robert tuvo una charla con él. No para decirle lo obstinado que a veces puede llegar a ser, sino para recordarle lo que está en juego en esta ocasión.
—¿Demian? —susurro.
La puerta del baño está entreabierta. Pero no hay nadie. De la planta baja llegan varias voces y las reconozco al instante: Carter y Robert. Hablan sobre lo de hoy. Sobre ir al Parlamento.
No tardo en bajar. No me ven al instante, porque están de espaldas a mí, frente a la barra de madera que separa la cocina del comedor. Laila también está allí, preparando el desayuno. Y junto a Carter, un Demian en cuero. Su espalda es ancha y sin rastro de tatuajes, diferente a la de su hermano. El cabello negro le cae justo hasta la nuca.
—Les digo que lo de ayer fue cierto. Todos pensamos que no existían, pero son reales—pronuncia él—Nos condujo...la condujo hasta la tumba de sus padres.
—No estoy diciendo que no sea real—acota Robert—Estoy diciendo que pudo haber sido peligroso. Actuaste solo, Demian. Imagina si le pasaba algo. Recae en tí la responsabilidad. Eres su Pareja...
—Pero no sucedió nada, ¿sí? Encontró a sus padres. Muertos. Es igual a nosotros...está perdida. Y yo quiero ayudarla.
Carter sonríe. Le pasa un brazo por los hombros y prosigue:
—La ayudaremos, hermano. Haremos lo que sea para que esté bien. Pero si no la cuidas tú, nadie nos cuidará a nosotros...
Al avanzar sobre el suelo, la madera cruje bajo mis pies y todos se voltean. Carter con sorpresa, Demian con los ojos brillantes y Robert con cara de preocupado.
—Hola, Lana—dice Laila entonces—¿Te unes a nosotros?
Mientras que todos se mantienen en silencio, yo avanzo y hablo:
—Fue mi culpa. Lo siento. No debimos...no debí dejar que Demian me arrastrara...
—Demian ya es un adulto—me dice Robert—Tiene que responsabilizarse por sus actos—y cambia de tema: —Bien...pasemos a lo importante. Cuando caiga el sol nos iremos al Parlamento. ¿Estás lista?
