Encuentra tu destino en el corazón de un hombre lobo...
Lana Paterson vuelve a su pueblo natal, Fallstreet, con un solo objetivo en mente: descubrir la verdad detrás de la desaparición de sus padres...Sin embargo, los recuerdos de una vida pasada la...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Capítulo 4 -"Había una vez..."-
🐺
Camino una y otra vez de lado a lado sobre el suelo de madera. Una y otra vez, con el celular en mano y los dedos la boca. Es todo lo que puedo hacer ahora. El gato sigue ahí tirado y verlo me resulta tan aterrador que tengo que salir del cuarto.
Bajo las escaleras. Llamé hace un instante a Sam. Le conté lo que pasó y dijo que vendría a casa. A su vez, Hellen llamó a la policía. Eso quiere decir que, si ellos vienen, Sam lo hará con su padre.
No dejo de leer la nota. Ten cuidado, él anda cerca. Él anda cerca. Él anda cerca. ¿Quién anda cerca? ¿Acaso esto es parte de...un macabro plan para hacerme duda de mi regreso? ¿Y si alguien más sabe el por qué estoy aquí? Y si es así, ¿Quién es?
Llaman a la puerta justo cuando veo a Hellen cruzar el pasillo que conecta la cocina con el comedor.
—Yo abro.
Y allí frente a mí están dos oficiales. Uno es más alto que el otro, con bigote prominente y muy delgado. Lleva el uniforme Boeing del departamento del sheriff. El otro es regordete y lleva gafas de sol. Ambos sacan sus placas y me las muestran.
—Soy el oficial Morris y éste es mi compañero, Gómez. ¿La señora Hellen anda en casa? —habla el de bigote.
—Oh...sí, aquí estoy—dice mi tía apareciendo detrás de mí—Pasen, pasen...
Mientras que me hago a un lado para dejarlos entrar, veo el auto de Sam acercándose por la esquina. Deben ser como las doce de la noche. Todavía no hemos cenado. Pero sé que después de esto no lo haré. Mi amiga rubia sale del auto cuando lo estaciona y corre hacia aquí. Me abraza tan fuerte como puede. Una de las mejores cosas que tiene Sam, es que siempre ha estado para mí en todo momento. Por eso a veces me siento culpable por haberla dejado aquí sola, sin la compañía incluso de Jasper.
—¿Estás bien? ¿Qué...qué pasó?
—Ven, pasa.
Y así lo hacemos. Nos corremos a la cocina mientras que los oficiales hablan con Hellen. La verdad no le presto atención a lo que dicen. Pero estoy segura de que sea lo que haya sido ese ataque, no es nada bueno. Lo siento. Algo...algo está mal. Un mal presentimiento me abruma.
—¿Qué sucedió? —insiste Sam.
—Yo...tiraron un gato por la ventana de mi cuarto. Él...está muerto. Creo que ya estaba muerto—Sam me escucha sin decir ni una palabra—Dios mío...debiste ver sus ojos. El pobre...
—¿Viste quién fue? El que te lo haya tirado debe estar por aquí todavía.
Tiene razón. Si el sujeto misterioso, quien sea, debió acercarse demasiado para arrojarlo a la ventana y más si se trata de un primer piso. Debe tener mucha fuerza para eso. Sam y yo salimos por la puerta nuevamente. La oscuridad de la noche nos rodea. Hace frío, por eso nos quedamos en el porche de casa viendo a los alrededores. Solo es la carretera y el bosque rodeándonos. Las luces de la patrulla siguen alumbrando todo de rojo y azul. No se escucha más que el cantar de los grillos y el soplar del viento.
