Crush [2Jae]

veinticinco.

-¿Triste? ¿Por qué, hyung? Sabes que me lo puedes decir sin miedo. -le animé para que me lo contase.
-No importa... -negó.
-Sí importa, así que no digas que no. Estás mal y me gustaría saber el por qué para ayudarte. -insistí.
-No me puedes ayudar con esto, así que déjalo mejor. -volvió a negarse en decirme algo.
-¿No confías en mí? -pregunté un poco dolido.

Él levantó la vista y me miró.

-Sí confío, pero no quiero contar lo que me pasa.
-¿Por qué? Últimamente no me cuentas nada, hyung. -solté un poco indignado.
-¿Y tú a mí me cuentas algo? Tampoco me has contado nada en todo este tiempo y no te obligo a que lo hagas. -replicó.
-¿Acaso te estoy obligando? -alcé un poco la voz. -Deja de exagerar.
-Muy bien, pues deja el tema ya. -dijo en un tono borde.
-¿Sabes qué? Esto creo que es por culpa de tu novio. Desde que él empezó a salir contigo ya no me cuentas nada ni me buscas como antes.
-¿Perdona? -me miró sin creerlo. -¿Y él qué tiene que ver con nuestra amistad?
-Pues por lo que se ve mucho, porque ya no es la misma, y si sigues con él nunca lo será. -respondí irritado.
-¿Y qué quieres que haga? ¿Terminar con él? -levantó la voz.
-No he dicho eso, solo te estoy diciendo que desde que él se convirtió en tu novio ya no estamos como antes y no nos tenemos la misma confianza que antes. Ahora le tienes más confianza a él, ¿verdad? Seguro se lo cuentas todo. -estaba muy molesto y no podía callarme lo que pensaba.
-Te recuerdo que el que quiso que estuviésemos juntos desde un principio fuiste tú. -me señaló. -Te di la oportunidad de estar conmigo y la tiraste a la basura, así que ahora no me vengas con quejas sobre Youngjae. -se levantó de la cama.
-¡No son quejas de Youngjae! -me levanté yo también. -Son quejas sobre el como han cambiado las cosas desde que estás con él.
-Han cambiado porque no soy un masoquista, al menos no más. No quiero sufrir por alguien que no me corresponde, ¿lo entiendes o no? -su cara era completamente de enfado y molestia.
-No, desde luego que el masoquista ahora mismo soy yo. -me tembló la voz. -Y tú estás muy feliz con Youngjae, ¿por qué te quejas ahora de que no te correspondo?
-No me estoy quejando, solo te estoy diciendo que no pienso sufrir más por un amor no correspondido. -bajó un poco su tono, pero seguía siendo igual de duro y molesto.
-¡¿Cómo va a ser correspondido si tú ya no sientes nada por mí?! -pregunté en un grito.

Jaebum me miró incrédulo, se quedó callado por unos segundos con sus ojos puestos en mí. De repente se acercó y me estampó contra la pared. Su mirada estaba llena de enojo y me estaba dando miedo.

-Escúchame muy bien porque no te lo voy a volver a repetir. -sus ojos estaban fijos en los míos y yo no podía apartar mi mirada de los suyos. -Tengo todo el derecho a no contarte algunas cosas, al igual que tú tampoco lo haces. No metas a mi novio en esto porque él no tiene la culpa de que nosotros no seamos tan cercanos como antes, la culpa la tenemos nosotros mismos por no haber escogido las opciones correctas. Y no digas cosas de las cuales ni siquiera sabes la verdadera respuesta. -escupió todas esas palabras cabreado.
-¡¿Y tú cómo sabes que no sé la verdadera respuesta?! Es muy obvio que tú ya no sientes nada por mí y que me has superado. -me sentía intimidado, pero no se lo iba a demostrar.
-Estás ciego. -dijo mientras se apartaba de mi lado.
-¿Qué? -le miré confundido.
-Déjame, Youngjae, no quiero hablar más contigo.
-Pues no sé si lo recuerdas, pero tenemos que compartir habitación en todo este viaje.

Jaebum bufó y le dio un golpe fuerte a la pared, muy cerca de mi cabeza. Cerré los ojos con miedo, pero al notar que a mí no me hizo nada, los volví a abrir.

-He dicho que me dejes, no me hagas enfadarme más de la cuenta.
-Muy bien, vete con tu Youngjae a contarle tus problemas y pedirle consejitos a él, yo ya estoy harto también. -iba a irme de la habitación, pero no pude dar ni cuatro pasos porque él me agarró del brazo y me dio la vuelta para que le mirase de nuevo.
-¿Harto de qué?
-¿No querías que te dejase en paz? -pregunté sarcástico.
-Responde.
-Estoy harto de sufrir, pero me lo merezco. Me merezco absolutamente todo el dolor y arrepentimiento que estoy sintiendo.
-Yo no quiero que sufras, ¿por qué estás sufriendo? -su rostro cambió por completo a uno más suave.
-No te lo voy a contar al igual que tú tampoco me lo quieres contar a mí. -me deshice de su agarre.
-Youngjae...
-Déjalo, vamos a terminar mejor el tema aquí, ¿vale? No quiero seguir discutiendo. -mi voz volvió a temblar y él lo notó.
-No estés mal, no quiero que te pongas a llorar por mi culpa. -se volvió a acercar a mí, pero me aparté.
-Antes me has estampado contra la pared, me has gritado y casi me pegas un puñetazo, ¿y ahora te haces el pacífico? -le miré incrédulo.
-¿Y tú no me has gritado a mí? Te recuerdo que tú has empezado con todo esto. -contraatacó.
-Lo sé. -suspiré cansado. -Lo siento, ¿vale? Soy un imbécil, ni siquiera me merezco tus explicaciones.
-No digas eso...
-Hyung, -le interrumpí. -sabes que es verdad. Te he hecho mucho daño durante tanto tiempo... Sé que muchas veces ese daño que te hacía era sin darme cuenta, pero eso no justifica nada. Ni siquiera me merezco un abrazo tuyo o alguna palabra de cariño. No me merezco nada de ti y me duele vivir con ello, pero yo me lo he buscado y ahora tengo que...
-¡PARA! -gritó y me sacudió por los hombros. -¡¿Puedes dejar de torturarte?!
-Es que es verdad, todo lo que digo es la cruda realidad.
-Youngjae, tú solo te mereces lo mejor de la vida, no mereces sufrir y pasarlo mal. Y si estás mal por mí y por haberme hecho daño, olvídalo. El pasado es pasado, y yo no estoy enfadado contigo ni te tengo rencor. Yo solo quiero que seas feliz. -acarició mi mejilla con su pulgar.
-Yo solo puedo ser feliz a tu lado, Jaebum hyung. -admití un poco avergonzado.