quince.

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Los días habían pasado, ya llevábamos una semana en Corea y teníamos mucho trabajo por delante. Hoy era un día que no me apetecía vivir, pero que aun así estaba viviendo. Jaebum iría hoy a su cita con Momo, al final las insistencias de la chica habían dado su fruto.
Eran las nueve menos cuarto y Jaebum había quedado en verse con ella a las nueve y cuarto, irían a cenar y a saber qué más.

Mi líder se movía de un lado para otro mientras se terminaba de arreglar. Había elegido ropa arreglada pero a la vez casual y, por desgracia, le quedaba demasiado bien. Ahora se estaba peinando el pelo hacia atrás y eso le hacía mucho más masculino y atractivo, si es que se podía más.

Después de que terminase con el pelo, se echase corrector en las ojeras que apenas tenía y un poco de perfume, me miró.
Porque sí, yo estaba a su lado porque él me lo pidió, me dijo que necesitaba mi opinión en todo momento, así que acepté y me quedé a su lado mientras miraba Instagram aburrido.

-Terminé. -giró su cuerpo para mirarme. -¿Qué tal estoy?

Estaba increíble, pero por supuesto que no se lo iba a decir.

-Bien. -solté con desinterés.
-¿Bien? ¿Nada más? -frunció el ceño.
-Sí, ¿qué más quieres?
-Quiero verme genial. -dijo para luego mirarse otra vez en el espejo.
-Pues sigue intentándolo. -volví mi vista a mi teléfono.
-¿Debería de cambiarme de camisa? A lo mejor una rojo vino queda mejor.
-¿Para qué quieres verte tan guapo? -pregunté resignado.
-Para Momo. -dijo en tono obvio. -Es una cita, tengo que estar presentable.
-Presentable mis cojo...
-¡Youngjae! -me interrumpió. -Cuida esa boca. -me señaló con su dedo índice mientras lo movía de arriba a abajo.

Rodé los ojos ante su respuesta y suspiré.

-Entonces, ¿camisa azul marino o rojo vino?
-Déjate la azul marino. -respondí.
-Vale, pero... ¿En serio solo estoy bien? -volvió a preguntar.
-¿De verdad te quieres ver tan atractivo? ¡¿Qué quieres que le dé un infarto a Momo?! -alcé un poco la voz.
-De eso se trata, ¿no? De impresionarla y dejarle con ganas de más Jaebum. -sonrió socarrón.

Suficiente. Ya había escuchado suficiente.

Salí del baño y me dirigí hacia mi habitación. Mark en estos momentos no estaba, así que me podía librar de sus preguntas de hyung preocupado por mi molestia y cara de pocos amigos, poquísimos.

Cerré la puerta y bufé con rabia. ¿Por qué estaba siendo así? ¿Tan en serio se estaba tomando esa estúpida cita? ¿En serio quería impresionar a Momo?
Escuché unos toques en mi puerta y al momento se abrió. JB apareció por ella y entró, se aseguró de cerrar la puerta y se acercó a mí.

-¿En serio te has enfadado? -me preguntó reteniendo su risa.
-¿En serio eres capaz de preguntarme de esta manera?
-¿De qué manera?
-¡Con ganas de reírte! -grité.
-Lo siento. -se empezó a reír.
-Vete, vete ahora mismo de mi cuarto. -le ordené mientras señalaba la puerta.
-No quiero. -se cruzó de brazos mientras seguía riendo.
-¡Vete!
-¡No!
-Tu cita tan súper, mega, extra, hiper importante te está esperando, anda vete. -le empujé hacia la puerta.
-Dame un beso y me voy. -dijo poniendo morritos.
-Lo que te voy a dar es un guantazo.

Él quitó los morritos y puso cara triste, obviamente con burla. No estaba siendo nada serio y se estaba riendo de mí en mi cara.

-Vale, me voy. Mi cita es muy importante, no se sabe qué podrá pasar. Tal vez y hasta me gusta más Momo que tú. -habló con diversión.
-¡Vete a la mier...
-¿Qué te he dicho de que cuides tu boca, Youngjae? -me volvió a interrumpir.
-¡Yo digo lo que quiera! ¿Qué eres mi padre?
-Soy tu líder y hyung. -me miró con superioridad.
-Muy bien, lárgate. -de nuevo señalé la puerta.
-Me voy, me voy. Si cuando vuelva me he medio enamorado de Momo no me culpes, eh.
-Tú sabrás. -dije intentando esconder innecesariamente mis notables celos.
-Yo sabré.

Crush [2Jae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora