Capitulo 12

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Al parecer no me la pase tan mal, comimos pastel, abrí unos cuantos regalos y me la pase con mis amigos y mi familia. Al finalizar esa tarde la mayoría de las personas ya se habían ido y los únicos en la habitación eran Jacob quien sostenía a Olivia en sus brazos, mi madre, Andy, Alex, Zoe y Tyler. Me despedí de los gemelos y de Zoe quienes derramaron unas lagrimas, también me despedí de Jacob, después de mi madre y al final de Tyler. Esa noche pude dormir sin complicaciones.

El viernes al terminar el tratamiento David me llevo hacia su oficina y al entrar en ella me encontré a mi madre, tome asiento junto a ella y David frente a nosotros. - Tenemos buenas noticias, tu cuerpo ha respondido correctamente a los tratamientos y podrás regresar a casa esta tarde, seguirás viniendo al hospital para que podamos seguir con el tratamiento pero ya no tendrás que permanecer aquí y podrás regresar a la escuela- explicó David, los que hizo que una sonrisa enorme se formara en mi rostro y que abrazara a mi madre. Estaba feliz de que al fin podría salir de el hospital y regresar a la escuela. Mi madre y yo salimos de la oficina y nos dirigimos hacia la habitación para tomar mis pertenencias y salir de ahí de una vez por todas.

Al llegar a casa corrí hacia mi habitación y me tire a la cama, nunca había extrañado un lugar tanto como lo había hecho esta ultima semana. Tenía mucha hambre por lo que le pedí a mi madre que me preparara el desayuno y con gusto lo hizo. Espere unos quince minutos en la mesa de la cocina mientras observaba como mi madre preparaba sus famosos panqueques. Cuando termino puso un plato lleno de ellos al frente de mi y empecé a comer desesperada, tanto que parecía que no había comido en cientos de años, ya estaba harta de la comida del hospital y se me había olvidado lo deliciosos que eran los panqueques de mi madre. Me comí unos cuatro o cinco panqueques y al finalizar estaba llenísima. Mi madre me dijo que tenia que regresar al trabajo pero que no tardaría en volver. Decidí salir a caminar un rato ya que desde hace una semana no había podido respirar aire fresco. Tome una chaqueta ya que hacia un poco de frío afuera y salí de casa. Camine sin dirección alguna, a pesar de que había un poco de frío el sol aun se encontraba en el cielo, el vecindario era el mismo, nada había cambiado en lo absoluto pero por alguna razón ya no me sentía igual que antes. Camine unas cuadras más y me detuve para sentarme al borde de la acera, observe con delicadeza el cielo, lo maravilloso que eran las nubes, y lo hermoso que era estar viva, y entonces la angustia apareció, ya que mi mente se puso a pensar en como todo esto algún día podría acabar. Cerré los ojos y me deje llevar, entonces la paz regreso. Me quede unos minutos más y después camine de regreso a casa. 

Al llegar a casa aun no había nadie, fui directo a mi habitación y me di una ducha, al terminar mi madre y mis hermanos ya estaban en casa, mis hermanos se sorprendieron al verme y corrieron a abrazarme. Almorzamos y por primera vez desde la muerte de mi padre las risas estaban de vuelta, y fue ahí cuando me di cuenta que debía luchar contra esta enfermedad y curarme ya que no estaba lista para dejar todo esto.

Por la tarde decidí darle una pequeña sorpresa a Tyler e ir a visitarlo. Cruce la calle hasta llegar a la puerta de su casa y toque el timbre. Su madre abrió la puerta y su expresión fue de asombro.

- Mia que gusto verte ¿ya has salido del hospital?- preguntó.

- Si, esta mañana- respondí de manera cordial.

- Que bueno querida, Tyler esta en su habitación- dijo mientras me dejaba pasar. Le sonreí y camine hacia las escaleras, y después hacia la habitación de Tyler, desde la puerta pude escuchar la música a todo volumen. 

Abrí la puerta despacio y asome la cabeza por ella, me lo encontré en su escritorio, no se dio cuenta de que yo estaba ahí, camine hacia a él de puntillas para no hacer ruido y al estar a su lado le tape los ojos, al principio se asusto pero luego se paro de la silla en la que se encontraba sentado y me abrazo tan fuerte que hizo que mis pies flotaran en el aire.

Nunca me olvidesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora